La retención y mejor retribución de los ingenieros, tarea pendiente del SNS

El Sistema Nacional de Salud (SNS) se enfrenta a un reto crucial que se debe abordar desde las instituciones públicas: la necesidad de retener el talento humano de ingenieros hospitalarios en un entorno donde la rotación política y la falta de incentivos salariales empuja a estos profesionales al sector privado. Es por esto que el 41 Seminario de Ingeniería Hospitalaria ha dejado hueco a este tema en una mesa dedicada a la colaboración entre el ámbito ingeniero y el mundo político, que ha contado con la participación de los consejeros de Salud de Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha, Andalucía y Valencia.

Uno de los puntos críticos que se han tratado tiene que ver con la rotación de cargos tras cada ciclo electoral, que supone que muchos ingenieros y profesionales del sector altamente capacitados deban abandonar su puesto de trabajo sin haber cumplido los proyectos sanitarios en los que se encontraban involucrados. “Parece que cada cuatro años tiene que haber un cambio y se llevan a todos los cargos, como si los profesionales que había no valiesen para nada”, ha sentenciado Jesús Fernández, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha.

Jesús Fernández, consejero Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Para el consejero, la gestión sanitaria requiere continuidad para consolidar unos avances tecnológicos y científicos que se producen cada vez más rápido. Es por esto que considera que con “pasos cortos” es posible profesionalizar la gestión sanitaria y evitar que estos cambios interrumpan el trabajo de los equipos técnicos y profesionales, como los ingenieros hospitalarios, cuya labor es fundamental para mejorar la organización de los procesos asistenciales.

Los salarios de los ingenieros sanitarios, un reto del SNS

César Pascual, consejero de Salud de Cantabria, ha reforzado esta idea al comentar, del mismo modo, la necesidad de “retener talento y no dejar que lo cambien cada cuatro años” y ha lamentado que hasta el momento no se haya tenido “la mente lo suficientemente abierta” para abordar esta cuestión, que dificulta la adaptación del sistema sanitario a los cambios, especialmente en cuanto a la digitalización y la tecnología. Para él, esta falta de estabilidad ha hecho que el sistema sanitario llegue “tarde” a los avances que otros sectores ya han incorporado.

Junto a esto, Pascual ha recordado que existe otro reto en el ámbito de la sanidad pública, que es la dificultad para competir económicamente con el sector privado en la contratación de profesionales. “Desde el sistema público no vamos a poder pagar a los ingenieros y los biotecnólogos, y se los van a llevar las empresas porque les pagan diez veces más de lo que les podríamos ofrecer”, ha sentenciado.

César Pascual, consejero de Salud de Cantabria.

Es por este motivo que ha advertido que, de no implementarse cambios organizativos para retener a estos profesionales, el sector sanitario público corre el riesgo de quedarse atrás. “No podemos permitir que la inteligencia sea externalizada y quedemos solo con la producción. Debería ser al revés”, ha dicho Pascual, sugiriendo que es necesario un enfoque más estratégico en la gestión del talento.

Por su parte, María del Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, ha planteado que, aunque es difícil competir con los salarios del sector privado, los ingenieros que trabajan en el sistema público “asumen mucha responsabilidad y se enfrentan a situaciones complicadas” que les enriquecen personalmente.

Esto la ha llevado a reconocer que, a pesar de que en su opinión la sanidad pública nunca podrá igualar los sueldos que ofrecen las empresas privadas, sí ofrece otros incentivos ligados a la parte emocional y vocacional que permite a los ingenieros que se quedan en el SNS “la satisfacción de participar en un sistema que sea sostenible, eficiente y que mantenga los valores de sanidad y seguridad”.

María del Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.

Eficacia y eficiencia del sistema sanitario
En línea con el aspecto sostenible de los sistemas de salud, María Martín, consejera de Salud de La Rioja, ha subrayado que la formación técnica de los ingenieros hospitalarios es fundamental para mejorar la sanidad del país. “En los procesos asistenciales, si hay algo que mejorar, es la gestión de la eficacia y la eficiencia, y ahí un ingeniero tiene todo que decir”, ha remarcado.

Para la consejera riojana, “la medicina es ciencia y arte, pero le falta el componente de tecnología”, que llega de la mano de estos profesionales de distintos modos, entre ellos, la gestión de datos, un aspecto que también es esencial para la toma de decisiones, tanto en el mundo de la política, “como en cualquier ámbito de la vida”.

María Martín Díez de Baldeón, consejera de Salud de La Rioja.

Por su parte, Marciano Gómez, consejero de Sanidad de Valencia, ha coincidido en que la ingeniería es esencial en la sanidad moderna y ha señalado la necesidad de “elevar el tiro” y sustituir el concepto de “Ingeniería Hospitalaria” por el de “Ingeniería Sanitaria”. “No hay organizaciones sanitarias sin ingenieros, biotecnólogos o expertos en organización de sistemas científicos y de datos”, ha comentado.

En su opinión, hay que reconocer que existe “una simbiosis entre los ingenieros y los sanitarios, ya que los primeros mantienen las organizaciones dinámicas, abiertas y funcionales para que los profesionales de la salud puedan establecer una buena relación médico-paciente”. 

Marciano Gómez, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana.

“Debemos cambiar la idea de que los ingenieros solo están para resolver problemas cuando ocurren. Si queremos una sanidad moderna, tenemos que entender que los ingenieros son imprescindibles para anticiparnos a los desafíos y ser proactivos, no reactivos”, ha añadido Gómez.

Mesa de Consejerías de Salud.