El colectivo de la
Ingeniería Hospitalaria está reflexionando sobre la posible implantación de la especialización para
Ingenieros Internos Residentes como una
figura análoga al MIR. Se trata de una necesidad que
surge a raíz de los avances tecnológicos, que han convertido que esta rama sea cada vez más compleja y diversa. La innovación, junto a una
falta de un plan de estudios concreto e individualizado para estos profesionales, han desembocado en una “falta de armonización” que provoca que la profesión
varíe según las diferentes comunidades autónomas, tal y como lo explica a
Redacción Médica el ingeniero técnico y miembro de la Asociación Técnica de Ingenieros del SAS Francisco Jesús Reguera.
El planteamiento surgió tras observar, a través de una
encuesta a nivel estatal promovida por la Asociación Técnica de Ingenieros del Servicio Andaluz de Salud (Atisas) en colaboración con la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), la
falta de armonización en la formación y funciones de los ingenieros hospitalarios. Esto llevó a la idea
de crear una especialización mediante la figura del
Ingeniero Interno Residente, tal y como explica Reguera.
El ámbito de la Ingeniería Hospitalaria
no sigue un patrón uniforme a la hora de ejercer la profesión. Esto se debe a que
no existe una formación específica para estos profesionales, sino que
las titulaciones son de origen diverso y predomina la perteneciente al ámbito industrial, tal y como detalla Reguera. Por este motivo,
las tareas y las funciones básicas que se realizan en cada hospital son diversas y no están estandarizadas. “Debemos conseguir una especialización mediante la implantación de la figura del Ingeniero Interno Residente, es decir, un profesional que se forme in situ, en el hospital”.
Evolución de los ingenieros hospitalarios
Para añadir contexto a la evolución de esta profesión, el ingeniero técnico y miembro del Atisas, Antonio Jiménez, sitúa la aparición de esta figura de profesionales “
hace más de 25 años”. “El ingeniero hospitalario, junto con el administrador,
tomaban decisiones sobre los aspectos económicos y técnicos que se llevaban a cabo en el hospital”, comenta. “
No podemos obviar la evolución tecnológica que hemos tenido en todo este tiempo. Eso genera muchos avances en el campo de la Medicina, de los cuidados de la salud y también
de los servicios que rodean el escenario donde se ejecutan dentro de un hospital”, añade.
Jiménez: "Necesitamos una especialización que refuerce los servicios de Ingeniería en los centros sanitarios"
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Tal y como señala Jiménez, muchas instalaciones especiales dentro de los hospitales y de los centros sanitarios han sufrido grandes avances y cambios con la llegada de la tecnología y de la
Inteligencia Artificial. Esta evolución ha estado presente también en la Ingeniería y, a pesar de que han cambiado los planes de estudio de toda Europa,
todavía no se ha incluido uno que sea específico para la Hospitalaria.
Francisco Reguera y Antonio Jiménez en las instalaciones del hospital.
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Puede haber un máster, que habitualmente es privado o no oficial,
pero eso no es un plan de estudio”, señala Jiménez, de acuerdo con Reguera. “Necesitamos una especialización que
refuerce los servicios de Ingeniería en los centros sanitarios, que se ocupe de la tecnología sanitaria,
la eficiencia energética, la electricidad, fluidos, obras, infraestructuras y comunicaciones y campos más avanzados como Bioingeniería, que están dentro de nuestras competencias”. “Tenemos mucho que decir para
trabajar en esos equipos multidisciplinares con médicos, enfermeras, gestores económicos y, cómo no, ingenieros”.
Reguera: "La Ingeniería Hospitalaria es una actividad de soporte que debe estar a la altura de las exigencias de la actividad asistencial"
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Junto a esto, Reguera argumenta que la
Formación Sanitaria Especializada (FSE) ha
evolucionado desde 1955 con la creación de diversas especialidades y
la Ingeniería Hospitalaria debería seguir un camino similar, adaptándose a los avances tecnológicos y las diversas especialidades dentro del ámbito hospitalario. “La Ingeniería Hospitalaria
es una actividad de soporte que debe estar a la altura de las exigencias de la actividad asistencial”, destaca Reguera.
“En un centro sanitario, dependiendo de la cartera de servicios que tenga, hay
instalaciones eléctricas, estaciones mecánicas, instalaciones térmicas, E
lectromedicina, Biomedicina, Arquitectura y Obra, tecnología de la información y
telecomunicaciones. Es decir, hay
diversos campos de especialización enfocados a la formación de equipos multidisciplinarios que pueden dar un
servicio de soporte adecuado a lo que nos demanda la actividad asistencial”, añade el profesional.
Unificar y regular la Ingeniería Hospitalaria
Por eso, en opinión de ambos ingenieros,
incorporar la figura del Ingeniero Interno Residente supondría disponer de profesionales formados para
satisfacer las necesidades que surgen en la actividad asistencial, pero de una manera regularizada. "Entre comunidades
la organización y la gestión es muy diferente, y eso no tiene ningún sentido", señala Reguera.
“Debe haber una base mínima armonizada para
que los ingenieros hablemos el mismo idioma, al igual que ocurre con los cardiólogos, traumatólogos, o resto de personal que trabaja en el centro de salud”, concluye.
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