La pandemia de Covid-19 ha provocado que el diseño de
las ciudades del futuro ya no se conciba como un núcleo urbano cerrado, sino que abarcará cualquier elemento dentro o fuera del área metropolitana, que se integrará bajo la pecha del
“territorio inteligente”. Este nuevo modelo sobre el que ya teorizan los ingenieros es una apuesta por la innovación colectiva y la sostenibilidad social y cultural, en el que los servicios públicos como
los hospitales también se someterán a muchos cambios. El principal: estarán
interconectados en una gran red nacional.
La ingeniera de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid,
María Jesús Rosado, es una de las investigadoras que ha centrado su campo de estudio en las posibilidades de evolución de las ciudades. Ante la previsión de que en 2030 más del
60 por ciento de la población viva en entornos urbanos, la experta calcula que la incorporación de las nuevas tecnologías jugará un papel fundamental para aumentar la calidad de vida, la competitividad y los servicios. Pero esta revolución no pasará tanto por nuevas construcciones, sino por
rehabilitaciones.
Este fenómeno salpicará de lleno a
las infraestructuras sanitarias. Rosado ha explicado que es necesaria una reforma para que todos los hospitales que operen en España queden conectados bajo
un flujo continuo de datos. Así, se podría intercambiar información mediante sus sistemas de
monitorización de infraestructuras de manera que la experiencia de unos pueda predecir el daño que podrían sufrir los otros.
“La red sanitaria nacional debería de tener una conexión.
No puedes diseñar un hospital como si estuvieses en la Primera Revolución Industrial”, ha apuntado la investigadora a
Redacción Médica.
Este cambio pasaría por la introducción en el campo sanitario de algunas herramientas como el
Digital Twin (gemelos digitales) que permite recrear virtualmente infraestructuras y edificios para anticiparse a los acontecimientos o el software de
Control Supervisor y Adquisición de Datos (SCADA) que se emplea para supervisar procesos industriales a distancia. “El hospital tiene mucho que decir”, ha apuntado la ingeniera.
Para poder mantener esta generación de infraestructuras inteligentes, la especialista ha resaltado en sus investigaciones el papel que jugará el
Internet de las Cosas (IoT), una red en rápida expansión formada por dispositivos como los
sensores y programas informáticos integrados capaces de conectarse entre sí y compartir datos. Algo clave para reducir el
consumo de energía, gestionar el tráfico o garantizar los servicios urbanos.
Para Rosado, este tipo de tecnologías permitirían facilitar esta transición en las infraestructuras sanitarias de manera que puedan prolongar su
vida útil y adaptarse a las necesidades del nuevo territorio inteligente.
“Nuestros hospitales tienen un envejecimiento terrible”, ha lamentado.
Los hospitales en la Nueva Bauhaus Europea
Rosado ha explicado que todos estos cambios se enmarcan en la anunciada
quinta revolución industrial. A diferencia de la cuarta que todavía tiene como grandes protagonista los aspectos
económicos y tecnológicos, en esta ocasión el foco se pondrá en la
sostenibilidad o el consumo de energía. “Está casi pasado el tema tecnológico. Se vuelve al origen de lo humano”, ha señalado.
En este contexto es en el que se rediseñarán los hospitales, junto con las viviendas, carreteras e infraestructuras públicas que compondrán los territorios. El mantenimiento como eje vertebrador es también una de las ideas que ya ha asumido la
Comisión Europea que ha esbozado las bases de la que será la
Nueva Bauhaus de la arquitectura y la ingeniería. Financiada con los fondos NextGenerationUE esta tendencia permitirá sentar las bases de una nueva dimensión social y recreativa.
“La ciudad ha quedado desfasada”, ha concluido Rosado.
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