Un equipo de científicos holandeses ha diseñado una vesícula artificial autopropulsada, que se abre para liberar la carga de fármaco si detecta altas concentraciones de glutatión (una de las características de las células tumorales).
Este ‘nanosubmarino’ tiene incrustado un medicamento antitumoral en estomatocitos (una especie de vesícula que recuerda a glóbulos rojos de formados) que se autopropulsan, permitiendo que se transporten a través de la membrana celular y se libere la fórmula química dentro de la célula.
En concreto, esta tecnología incluye nanovesículas automotrices que actúan como vehículos de transporte para los medicamentos antitumorales. Para conseguir que actúe con eficacia, esta vesícula está sellada por una capa de copolímero en bloque, que se abre para liberar la carga del fármaco si se encuentra mayores concentraciones de glutatión. En las células tumorales se encuentran niveles elevados de glutatión, por lo que, al encontrar estos niveles anormales se desencadena el desmontaje de este dispositivo, distribuyendo el fármaco en la célula diana.
El material de la membrana vesicular es un copolímetro en bloque hecho de polietilenglicol y poliestireno. Durante el autoensamblaje, se encapsula un fármaco anticanceroso hidrofílico. Luego, al añadir el motor, (es decir, nanopartículas de platino), y se autopropulsa a través de la membrana celular, guiados por la cantidad de peróxido de hidrógeno.
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