La
descarbonización del Sistema Nacional de Salud (SNS) se ha convertido en uno de los grandes retos para los gestores sanitarios del siglo XXI. En pleno debate sobre la sostenibilidad y el uso de los recursos por parte de los grandes centros sanitarios, cada vez hay más voces políticas, sociales y de la profesión que demandan medidas para acometer esta gran transformación. En una entrevista con
Redacción Médica, el investigador sobre el cambio climático
Jesús Marco Gamero desentraña todas las aristas de este plan. La importancia de implicar a las instituciones, la necesidad de
formar a los profesionales, la implantación de energías renovables,
el uso de la telemedicina o los cambios en el transporte médico son solo algunas de las medidas a abordar. "Es necesario un nivel muy alto de compromiso y liderazgo a diferentes nivele", ha enfatizado a este medio.
¿Por qué la descarbonización deber dirigirse hacia dos niveles? ¿Cuáles son?
Identificamos en este caso dos niveles. Uno institucional u organizativo y otro, más común y reconocido dirigido a las cuestiones técnicas y materiales. Cuando nos referimos al primero, hablamos de la capacidad que deben tener los sistemas sanitarios y los hospitales de responder al desafío organizativo, de gestión, administrativo o financiero que implica avanzar hacia la transición ecológica y la descarbonización.
Sin este tipo de estructura, no podremos avanzar en el segundo aspecto, que a veces actúa de forma aislada y sin apoyo organizativo y que tiene que ver con la actuación sobre sectores específicos y flujos físicos vinculados directamente con la reducción de emisiones, ya fueran medidas energéticas, gestión de residuos o medidas de transporte y movilidad entre otras muchas.
Es a partir de la interacción de estos dos enfoques, desde donde será más sencillo implementar los planes dirigidos a la descarbonización y adaptarlos a las necesidades y capacidad de implementación por parte de los centros.
¿Cómo puede el liderazgo institucional impulsar la descarbonización en el sector sanitario ¿Qué estrategias considera más efectivas para fortalecer las instituciones en este proceso?
El liderazgo institucional se puede abordar desde diferentes ámbitos. En primer lugar, los Gobiernos, central y autonómicos, son los que deben proporcional un liderazgo institucional efectivo que garantice que el sector de la salud está adecuadamente preparado ante el cambio climático y los procesos de descarbonización. Se están haciendo intentos desde el Ministerio de avanzar en esta cuestión, pero es evidente que es necesario un compromiso a todos los niveles institucionales que permita detallar e implementar que tipo de gobernanza, políticas, leyes y normativas, estrategias, financiamiento, infraestructuras, recursos son necesarios o qué tipo de cooperación entre administraciones es necesaria.
El liderazgo también se debe trasladar a esos niveles con medidas y programas de información y concienciación que permita a los actores políticos y sociales, formarse, conocer, informar y concienciar sobre las relaciones entre salud y clima y los procesos de descarbonización de los sistemas sanitarios.
Por último, es necesario que ese liderazgo sea percibido por todos los miembros de la comunidad sanitaria, lo que implica una interacción entre decisores políticos, personal gestor, profesionales sanitarios y usuarios.
¿Qué desafíos enfrentan las organizaciones sanitarias en la adaptación a prácticas sostenibles? ¿Cómo se podría facilitar una adaptación organizativa eficiente hacia la descarbonización?
El desafío principal tiene que ver con la capacidad que pueden tener los propios sistemas sanitarios y en particular las grandes infraestructuras como son los hospitales, para responder al desafío organizativo, de gestión, administrativo o financiero que implica avanzar hacia la transición ecológica y que implica establecer nuevas estructuras.
Para abordar esta cuestión, como se ha comentado, es necesario un nivel muy alto de compromiso y liderazgo a diferentes niveles, lo que pasaría, por tanto, por avanzar en cuestiones relacionadas con el liderazgo institucional, la integración sectorial, el fortalecimiento de la atención sanitaria, la adaptación organizativa o la puesta en marcha de modelos de innovación sanitaria.
Evidentemente la designación de responsables y departamentos a diferentes niveles seria fundamental, ya que sería a partir de esa capacidad de coordinación y actuación que se podría avanzar y plantear estrategias efectivas.
¿Qué papel juegan los profesionales de la salud en la descarbonización de las instituciones sanitarias y cómo se les podría motivar y capacitar para que participen de forma activa en estos procesos?
Lógicamente, todo proceso de adaptación al cambio climático y a la descarbonización de los sistemas sanitarios debe estar apoyado en los profesionales de los sistemas de salud. Su influencia en la comunidad y conocimiento del sistema les convierte en los mejores agentes para avanzar y liderar la transición ecológica, pero también ser un apoyo de los responsables en la formulación de políticas para que estos comprendan el papel central del sector salud en la adaptación y mitigación del cambio climático.
Del mismo modo, tienen la capacidad de complementar muchas acciones técnicas a la par que informar sobre los riesgos del cambio climático sobre la salud y cómo adoptar estilos de vida sostenibles y saludables.
"Hay que concienciar a los actores sociales y políticos sobre la descarbonización del SNS"
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Evidentemente los procesos de motivación y capacitación pasan por un paso fundamental que tiene que ver con la voluntad de formar a los profesionales sanitarios en la emergencia climática, la transición baja en carbono y el ecodiseño de cuidados. Debemos capacitar a los profesionales en cuestiones como las mejoras en materia de energía, la reducción y eficiencia en el consumo de agua, la reducción en el uso de productos químicos, la eliminación de desechos o los costos quirúrgicos entre otras cuestiones.
También podemos apostar por realizar actividades colectivas entre el personal de los centros sanitarios que permitan descubrir oportunidades de ahorro y mejora en la atención en base a criterios de sostenibilidad a todos los niveles. Pero también debemos recordar que se debe introducir la cuestión climática en los planes de estudios universitarios en materia de salud, introducir cuestiones como el funcionamiento energético de los centros sanitarios y los procesos de descarbonización, estilos de vida sostenibles y saludables o el ecodiseño de cuidados dirigidos a repensar los cuidados para reducir el CO2.
No obstante, la formación debe acompañar la distribución de la información a toda la comunidad sanitaria, por lo que los datos, hallazgos y actividades deben distribuirse entre profesionales, pero también entre usuarios y visitantes, con el objetivo de alcanzar cambios en los comportamientos de ahorro y optimización de energía y recursos.
¿Qué ventajas aporta la creación de unidades de sostenibilidad en los centros sanitarios?
Una de las principales ventajas es que estas unidades son las que pueden conformar el resto de las estructuras organizativas dirigidas a la descarbonización, mediante la designación de responsables y equipos, capaces de coordinar y facilitar todas las actuaciones necesarias en materia de sostenibilidad. De hecho, la participación e implicación de los profesionales de la salud en los procesos de descarbonización y adaptación tiene uno de sus puntos de apoyo en el establecimiento de unidades de sostenibilidad en los hospitales.
Del mismo modo, estas unidades pueden ejercer como referente, catalizador y coordinador de las diferentes medidas, planes y actuaciones que en el ámbito de la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático se lleven a cabo en las instalaciones hospitalarias o en los propios servicios de salud.
Se pueden enumerar diferentes funciones de estas unidades:
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Las cuestiones relacionadas con el impacto sobre la salud de las personas del cambio climático.
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Actuaciones en materia de sostenibilidad y descarbonización en las infraestructuras sanitarias, estableciendo hojas de ruta y estrategias de actuación.
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Actuaciones de adaptación al cambio climático dentro de la propia estructura del sistema sanitario.
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Actuaciones en materia de información y formación que se pudieran llevar a cabo, con acciones de empoderamiento y apoyo al personal en la toma de decisiones dirigidas a aumentar la sostenibilidad y calidad del sistema y su propia actividad laboral.
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Otras actividades tendrían que ver con la realización de informes de seguimiento considerando indicadores de seguimiento y cumplimiento, liderando y coordinando métricas y evaluaciones, entre otras.
¿Qué áreas de investigación considera prioritarias para avanzar en la descarbonización del sector sanitario?
Entiendo que, en primer lugar, incluso antes de plantear cuestiones relacionadas con la descarbonización, es necesario abordar e investigar cómo están ya siendo los impactos del cambio climático en la salud y cómo podemos adaptar y mejorar los sistemas sanitarios a este fenómeno.
Hay mucho trabajo de investigación hecho en este ámbito, pero debemos avanzar más en estas cuestiones en España. Por tanto, y pasando por investigaciones obvias sobre vulnerabilidad climática regional y los riesgos asociados a factores socioeconómicos y ambientales en su relación con la salud humana, para aterrizar y vincular estas cuestiones con la descarbonización, debemos desarrollar estudios que evalúen las trayectorias futuras de emisiones del sector sanitario o el impacto de las cadenas de suministro en el clima, así como los costos y beneficios de una transición hacia prácticas más sostenibles.
Por otro lado, se deben promover iniciativas que apoyen la creación de centros de innovación en clima y salud y la descarbonización de los sistemas sanitarios, con la colaboración entre servicios de salud, universidades, centros de investigación, pero también empresas implicadas en la descarbonización. Esto incluye asegurar una financiación estable y fomentar la participación en proyectos internacionales.
¿Cómo se pueden asegurar fondos suficientes y sostenibles para estas iniciativas?
En primer lugar, es fundamental garantizar que los planes y presupuestos destinados a la adaptación de infraestructuras y la descarbonización reflejen un compromiso a largo plazo. Es complicado, pero es necesario alejarse de una visión cortoplacista centrada únicamente en el presupuesto anual y considerar los impactos económicos a futuro del cambio climático en la salud y las infraestructuras sanitarias.
Por otro lado, integrar el costo del carbono en los proyectos de investigación y reformas del sistema de salud puede ayudar a establecer una base sólida para la inversión y priorizar iniciativas sostenibles.
Pero también hay que explorar otras fuentes de financiación y políticas de apoyo para facilitar la implementación de medidas de descarbonización. Esto incluye la creación y mejora de fondos específicos para la rehabilitación energética hospitalaria y el desarrollo de estrategias innovadoras en términos de sostenibilidad. Conseguir que las ayudas públicas integren criterios de sostenibilidad y descarbonización, lo que implica que las propuestas presupuestarias incluyan métricas claras relacionadas con el costo del carbono.
Por último, la bonificación de impuestos en edificios sanitarios con alta calidad ambiental y generadores de energías renovables puede servir como incentivo adicional.
¿Qué medidas se podrían implementar para reducir las emisiones derivadas del transporte y la movilidad en el sector sanitario?
Para reducir las emisiones derivadas del transporte y la movilidad en el sector sanitario, es fundamental implementar un enfoque integral que promueva la movilidad sostenible tanto para empleados, usuarios y visitantes como para proveedores y mercancías.
Esto pasa por el diseño y aplicación de planes de movilidad sostenible que además incluyan medidas para fomentar el uso de transporte activo, como caminar y andar en bicicleta, así como el uso del transporte público, así como habilitar espacios de estacionamiento para bicicletas en los centros y crear ciclovías que conecten con los centros sanitarios.
Además, se pueden ofrecer descuentos o incluso transporte público gratuito para aquellos que necesiten acceder a los hospitales y centros de salud, así como fomentar el uso compartido de vehículos para superar las limitaciones del transporte público.
De la mano, están cuestiones como mejorar la ubicación y accesibilidad en transporte público de los centros sanitarios, optimizar la eficiencia energética de las flotas de vehículos de los servicios de salud, o promover el teletrabajo y la telemedicina para reducir la necesidad de desplazamientos siempre y cuando no influya negativamente en la equidad en el acceso a la salud o limitar los viajes para formación y conferencias mediante el uso de tecnologías remotas.
¿Cómo puede la gestión de cadenas de suministros y compras contribuir a la descarbonización? ¿Qué criterios sostenibles deberían considerarse al adquirir productos y servicios?
La gestión de cadenas de suministro y compras puede contribuir significativamente a la descarbonización al optimizar la eficiencia en el uso de suministros, reducir la necesidad de transporte, y fomentar la innovación hacia productos y procesos con bajas emisiones de carbono. Al descarbonizar estas cadenas, los centros sanitarios no solo reducen sus propias emisiones, sino que también influyen positivamente en otras áreas de la sociedad.
Para lograrlo, es crucial exigir a los proveedores la implementación de procesos de producción y transporte descarbonizados, y establecer criterios estrictos para garantizar que las compras sean de emisiones bajas o nulas. Además, se debe avanzar en la creación de productos y envases más sostenibles, apoyando a las industrias en este proceso a través de incentivos y métricas claras.
"Se debe ofrecer transporte público gratuito para acceder a los hospitales y centros de salud"
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Los criterios sostenibles que deben considerarse al adquirir productos y servicios incluyen la preferencia por proveedores locales que utilicen vehículos de bajo consumo, la exigencia de información sobre la huella de carbono de los productos y la implementación de políticas de compras eco-responsables. Es esencial desarrollar certificaciones para asegurar que los procesos de producción sean éticos y respetuosos con el medio ambiente. Asimismo, los procedimientos de licitación deben priorizar productos con menor impacto ambiental y evitar materiales tóxicos o innecesarios, garantizando así que las compras en el sector sanitario sean seguras, sustentables y contribuyan a la descarbonización.
¿Qué pasos se pueden tomar para reducir la huella de carbono de medicamentos y productos farmacéuticos?
En este ámbito es muy importante de la descarbonización de la cadena de suministro. Esto debe hacerse en colaboración con los proveedores, garantizando que todos cumplan con compromisos de cero emisiones netas. Para alcanzar esos objetivos, se deben en primer lugar transformar los procesos de fabricación y distribución en la industria farmacéutica, utilizando métricas claras para monitorear estos cambios.
Por otro lado, se debe incentivar el desarrollo y comercialización de productos farmacéuticos bajos en carbono mediante el etiquetado explícito de su contenido de carbono y condicionando la certificación CE de dispositivos médicos a la publicación de su huella de carbono. La sustitución de gases medicinales y sustancias químicas nocivas por alternativas más sostenibles también es crucial para disminuir las emisiones.
Otra estrategia clave es fomentar el uso de dispositivos médicos reutilizables y desarrollar sistemas de reciclaje para aquellos de un solo uso.
En cuanto a aspectos organizativos, las gerencias de los centros sanitarios pueden contribuir implementando políticas de compras eco-responsables y programas de recuperación de medicamentos no utilizados, asegurando que los residuos se manejen de manera ambientalmente sostenible. Además, la capacitación de los profesionales sanitarios en la prescripción optimizada de medicamentos y la promoción de la salud preventiva son esenciales para controlar la demanda y reducir el uso innecesario de medicamentos.
¿De qué manera la implementación de prácticas de nutrición sostenible en los centros sanitarios puede contribuir a la descarbonización?
Podemos enmarcar estas acciones a partir de las acciones que se pueden llevar a cabo en la producción, distribución y consumo de alimentos. Por ejemplo, al adoptar la compra de productos locales y orgánicos, se disminuye la necesidad de transporte de larga distancia, lo que reduce las emisiones relacionadas con el transporte de alimentos. Por otro lado, promover dietas que sustituyan parte de las proteínas animales por proteínas vegetales, como la carne de vacuno por opciones vegetarianas, contribuye a una menor huella de carbono debido a que la producción de proteínas vegetales genera menos emisiones y requiere menos recursos que la producción de carne.
Otro aspecto clave es la reducción del desperdicio de alimentos y la adopción de prácticas que aseguren que los alimentos ofrecidos sean tanto saludables como sostenibles. Esto no solo minimiza la generación de residuos, sino que también promueve la salud pública, reduciendo la incidencia de enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad.
Por último, al comprometer a la cadena de suministro con prácticas de descarbonización y educar a la comunidad sobre elecciones alimentarias sostenibles, los centros sanitarios pueden liderar un cambio hacia sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.
¿Qué estrategias pueden adoptarse para reducir el consumo de agua en los centros sanitarios?
La reducción del agua en los centros sanitarios implica desarrollar estrategias de conservación y eficiencia que aborden tanto el uso directo como el indirecto de este recurso. Esto incluye la mejora de la infraestructura, como grifos e inodoros de bajo consumo.
Ante un futuro donde en muchas zonas de España la amenaza de la sequía es real, es importante plantear diversas cuestiones de importancia como la optimización del riego en jardines utilizando plantas resistentes a la sequía; realizar controles rutinarios para detectar fugas y evaluar la calidad del agua, asegurando que se minimicen las pérdidas innecesarias y se mantenga un suministro constante de agua potable; o habilitar sistemas para recoger y reutilizar agua de lluvia en distintos procesos dentro del centro, lo que reduciría aún más la demanda de agua potable.
El mayor uso de agua embotellada es un problema creciente y debe reducirse en favor de agua potable de buena calidad, lo que implica también colaborar con la comunidad y municipios en donde está integrado el centro hospitalario. El objetivo debe ser proteger y mejorar el suministro de agua, asegurando su disponibilidad a largo plazo ante situaciones como la escasez de agua o riesgos de sequía y los riesgos para la salud derivados de estas situaciones.
Por último, la adopción de tecnologías que consuman menos agua, como los sistemas de imágenes digitales en lugar de equipos radiológicos tradicionales, puede contribuir significativamente a la conservación del recurso.
¿Cuáles son las mejores prácticas para la gestión de residuos en el sector sanitario con miras a la descarbonización?
Las mejores prácticas para la gestión de residuos en el sector sanitario pasarían en primer lugar por minimizar la generación de residuos y maximizar su valorización a través de estrategias como la reducción, reutilización, reciclaje y compostaje.
Modelos y enfoques del tipo "residuos cero" se consideran fundamentales en espacios como los centros sanitarios si el objetivo es avanzar hacia una gestión más sostenible, promoviendo la atención sanitaria circular. No obstante, estos procesos van más allá de las actuaciones sobre los residuos, sino que requiere aspectos organizativos como el establecimiento de comisiones específicas de gestión de residuos que disponga de los recursos necesarios para llevar a cabo programas amplios de reducción y manejo eficiente de desechos, así como integrar estas medidas con otras acciones de sostenibilidad.
Mas allá de la reducción, otra práctica esencial es la separación en origen y el reciclaje de residuos no peligrosos, acompañada de un transporte de residuos bajo en carbono hacia vertederos seguros y cercanos.
Por otro lado, la formación adecuada del personal en la gestión de residuos y el uso de equipos de protección personal es vital para garantizar un manejo seguro y eficiente, así como la gestión de residuos específicos, como textiles y plásticos de un solo uso.
¿Cómo contribuye la telemedicina a la reducción de la huella de carbono en el sector sanitario? ¿Qué desafíos existen en la implementación de la telemedicina a gran escala?
Podemos decir que la contribución de la telemedicina en los procesos de descarbonización tiene que ver como un factor importante con su capacidad de disminuir la necesidad de consultas presenciales y hospitalizaciones, lo que reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas con los desplazamientos de pacientes y personal. Este enfoque permitiría un acceso más amplio a la atención médica, especialmente en áreas remotas, lo que no solo mejora la eficiencia del sistema de salud, sino que también minimizaría el impacto ambiental al reducir la demanda de transporte y la infraestructura física necesaria para brindar atención presencial.
Sin embargo, y como cuestión importante, la implementación a gran escala de la telemedicina enfrenta desafíos significativos entre los que se encuentra exacerbar las desigualdades en el acceso a la atención médica, especialmente para quienes carecen de acceso a Internet o enfrentan barreras relacionadas con la alfabetización digital o el idioma, lo que implica prestar una especial atención en equilibrar los beneficios ambientales con los de equidad en la atención sanitario y de los que tienen que estar especialmente pendientes los sistemas públicos de salud. Por otro lado, la telemedicina puede ser una herramienta útil a la hora de apoyar la implementación de estrategias y planes exitosos en materia energética y asistencial, contribuyendo a una transformación sostenible del sector sanitario, aunque tiene asociado un desafío como puede ser el de la huella de carbono asociada con la fabricación, uso y eliminación de equipos de telemedicina, lo que plantea la necesidad de un análisis de ciclo de vida para evaluar si los GEI evitados compensan los emitidos.
¿Qué oportunidades existen para la implantación de energías renovables en infraestructuras sanitarias?
Las oportunidades son relevantes, sobre todo al considerar la reducción de costos operativos y capacidad de disminuir la huella de carbono del sector. Muchos hospitales funcionan las 24 horas del día y por tanto tienen un alto consumo energético, lo que los convierte en candidatos ideales para adoptar tecnologías como paneles solares, sistemas de energía eólica o geotérmica, entre otras.
Esa capacidad de autoproducir energía no solo reduciría la dependencia de la red eléctrica, sino que también, como factor importante ante posibles crisis, mejoraría la resiliencia ante cortes de energía, algo crucial para garantizar la continuidad de los servicios médicos.
Del mismo modo, la transición a energías renovables puede ser una estrategia para que los sistemas sanitarios cumplan con regulaciones ambientales cada vez más estrictas y demuestren su compromiso con la sostenibilidad. Para avanzar en estos procesos, es necesario que las actuaciones por parte de hospitales y servicios de salud se vean respaldadas por incentivos gubernamentales y financiamiento verde, facilitando las inversiones iniciales.
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