Aunque poco a poco
los suelos y pavimentos de los hospitales se están transformando para adaptarse a las necesidades actuales, las diferencias siguen siendo patentes, sobre todo, en los centros sanitarios construidos hace más de 50 años. “En general están descompensados. Algunos parecen sacados de la NASA y otros, de ‘Cuéntame’”, según han puesto de manifiesto
Jorge Amutio y Juan Forniés, responsable de Sanidad e Industria y director técnico, respectivamente, de
Gerflor, durante el V Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria.
“Solo cuando surgen nuevas exigencias, normativas y avanza la tecnología, se cambia este tipo de instalaciones hospitalarias”, explican los expertos, que
ponen en valor la importancia de los suelos y pavimentos del hospital, especialmente, para evitar que la contaminación que allí se genera, se expanda.
Por otro lado, la superficie de estas instalaciones depende de dos factores, según los responsables de Gerflor:
de la zona de estudio y del tipo de usuario. En cuanto al primer apartado, ambos expertos han explicado que al haber diferencias áreas dentro de un hospital, éstas tienen necesidades diferentes de mantenimiento e higiene.
Cada área del hospital requiere un suelo diferente.
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En el caso de las habitaciones, por ejemplo,
para los pacientes, los pavimentos deben de ser agradables, resistentes al tráfico y con confort acústico, mientras que los quirófanos deben ser conductibles. Por su parte,
los baños y aseos han de ser fácilmente higienizables y antideslizantes; las plantas de diagnóstico por imagen, resistentes a la maquinaria que aguantan; los laboratorios, a las agresiones químicas y fácilmente descontaminables;
las cocinas, antihumedades y antidesgarros; mientras que la entrada y pasillos, prima el diseño “para no dar la sensación de ser un espacio técnico y frío”.
Si hablamos del tipo de usuario, los expertos diferencian entre pacientes, que piden
un suelo cómodo, seguro y sin acústica, y el personal sanitario, que prima en la resistencia e higiene.
El Gómez Ulla, un caso de éxito
Durante su ponencia, los expertos de Gerflor pusieron de ejemplo el caso de éxito de la remodelación parcial del
Hospital Gómez Ulla. El centro dependiente del Ministerio de Defensa modificó hace unos años dos de sus plantas para poder acoger a pacientes infectados por ébola.
En esa nueva construcción, Gerflor colaboró en la implantación de los suelos y pavimentos de las instalaciones, donde los
materiales fácilmente descontaminantes y resistentes a una asistencia sanitaria especial primaban en habitaciones, aseos y laboratorios.
Esta conferencia se enmarca dentro del
V Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, un evento organizado por Sanitaria 2000 bajo el auspicio de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria y que cuenta con el patrocinio de Carburos Médica además de con la colaboración de Hagenor, Aire Limpio, Air Liquide Healthcare, Gerflor, OHL Servicios-Ingesan, Pantheon Healtcare Group, Siemens Healthineers y Ferrovial Servicios.
En el centro, William Santos, jefe de Mantenimiento del Complejo Asistencial de Segovia, ha sido el encargado de moderar la mesa de Juan Forniés (a la izquierda) y Jorge Amutio (a la derecha), director técnico y responsable de Sanidad e Industria, respectivamente, de Gerflor.
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