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"El ingeniero debe hacer que el hospital sane antes y a un precio mejor"

Los vocales de la Comisión de Ingeniería Médica Sanitaria del COIIM explican el papel de este perfil dentro del sector

Borja Ribed y Antonio González San Isidro.

27 sep 2017. 09.20H
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POR @CRISTINAALCALAL
Joana Huertas
Aunque solo tiene pocos años de vida, la Comisión de Ingeniería Médica Sanitaria del COIIM ha dado grandes pasos (y no solo porque ha pasado de tener 10 miembros a 30). Desde su nacimiento, este organismo ha tenido el objetivo principal de destacar la labor profesional de los ingenieros dentro del sector de la sanidad española. Y, para conseguirlo, ha realizado una decena de cursos formativos y debates donde se pone sobre la mesa sus actuaciones y su relación con el resto del personal sanitario. Antonio González San Isidro y Borja Ribed, dos de sus vocales, desgranan para Redacción Médica todas estas cuestiones.   

¿Cuándo y por qué se creó la Comisión de Ingeniería Médica Sanitaria del COIIM? ¿De qué manera ayuda este organismo a los ingenieros sanitarios de la Comunidad de Madrid?

Antonio González San Isidro, vocal de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del COIIM y gerente de Desarrollo de Negocio en Acciona Service: La forma de crearse fue casual, en una comida entre el actual presidente, Carlos Jiménez Alonso, y yo. Ahí vimos que, tanto por nuestra vertiente empresarial como para el colectivo de los ingenieros industriales y la sociedad en general, tenía sentido crear una comisión de estas características. El colectivo de ingenieros que trabajan en sanidad es muy grande.

En mi caso, tengo experiencia en la Junta Directiva del colegio y conozco lo que es necesario para generar una comisión y presentarla. Carlos Jiménez, por su parte, tenía los ingredientes para desarrollar la parte técnica. Por eso, congregamos a 10 ingenieros industriales que trabajan en sanidad y con ellos formalizamos una comisión con sus propios estatutos. Inicialmente, formamos parte del proyecto Carlos Jiménez, Andrés Gómez Blanco, Juan Morillo, Mariano Rodríguez, Antonio de Lama, Susana Borromeo, Pepe Rincón, Beatriz Blanco, Borja Ribed y yo.

González San Isidro explica los inicios de esta comisión.

¿Cuál es la principal misión de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del COIIM?

La misión de esta comisión se divide en tres partes:

·Potenciar y dignificar la función de los ingenieros industriales en el sector sanitario, promoviendo el conocimiento de tecnologías que facilita el quehacer cotidiano al personal asistencial y a los ciudadanos, o sea, parte también para la sociedad.

·Prestigiar al colectivo de ingenieros industriales, para la aplicación de estas tecnologías, promoviendo el desarrollo del tejido industrial nacional sanitario.

·Ayudar a las empresas, agrupaciones profesionales, instituciones públicas en el objetivo de aportar valor en el ámbito sanitario a la sociedad española. Un objetivo ambicioso, pero aún estamos en la línea.

¿Cuál es su perímetro de actuación? ¿Sobre qué líneas trabajan?

Empezamos con la visión de ser una referencia en el sector de la Ingeniería y con influencia en el desarrollo del modelo sanitario futuro. Por tanto, nuestro perímetro de actuación son las instalaciones sanitarias, los hospitales, la parte de electromedicina, las instalaciones cotidianas de frío y calor, el suministro eléctrico, la emisión de dictámenes, la edición de artículos de interés, organizar debates y conferencias (tanto es así, que en los últimos cinco años hemos hecho cerca de 15 jornadas). Pero también editar una colección de casos de éxito, participación como asistentes y/o ponentes en actos y conferencias del sector…

¿Cuántos miembros fundaron esta comisión y cuántos sois ahora?

Inicialmente empezamos 10 miembros -contando a los dos fundadores- y actualmente somos cerca de 30 ingenieros industriales que pertenecemos a la misma. La integran perfiles como ejecutivos, directores de empresas privadas, subdirectores de gestión, profesionales de Administraciones Públicas, investigadores de Ingeniería Biomédica… Y seguimos creciendo. Cada uno aporta algo a la comisión, en la medida de sus conocimientos.

En sanidad, siempre destacan médicos y enfermeros. Por eso, ¿qué importancia tiene el ingeniero en este sector? ¿Qué aporta al hospital?

En muchas ocasiones, a compañeros nuestros les preguntan: “Bueno, tú eres ingeniero y trabajas en un hospital, ¿cómo es posible?”. No hay que olvidar que en España hay cerca de 750 hospitales. Se trata de unas infraestructuras complejas con muchas instalaciones (electromecánicas comunes, de climatización, con frío industrial, calefacción, fontanería, saneamiento, cerrajería, mobiliario…) y que, en algunos casos, ya están obsoletas, por lo que hay que mantener y conservar. Ahí intervenimos los ingenieros industriales.

Antonio González San Isidro en un momento de la entrevista.

¿Son los hospitales españoles eficientes, desde un punto de vista energético?

A día de hoy tenemos todavía mucho por hacer. Los hospitales son edificios con una arquitectura más antigua, más verticales, y no son tan eficientes. Pero en los modernos tampoco se presta especial atención a la eficiencia energética.

Pero esta tendencia está cambiando. Prueba de ello es que si nos fijamos en los últimos congresos de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), una gran cantidad de sus ponencias giran en torno a medidas de ahorro y de eficiencia energética en los hospitales. Hace unos años, los ingenieros éramos solo parte del personal de las empresas de servicios energéticos pero, poco a poco, también ha hecho suya esa preocupación.

¿Qué puede hacer el ingeniero hospitalario para evitar que estos centros sean altamente contaminantes?

Los hospitales como tal no son altamente contaminantes, son consumidores de energía. Es cierto que toda medida que se tome para el ahorro de energía, conllevará que tenga menos huella de carbono.

No hay que olvidar que los hospitales son centros que están abiertos, por lo general, 24 horas al día, los 365 días del año, consumiendo todos los fluidos energéticos (agua fría y caliente, gases medicinales, aire comprimido, electricidad, etc.). Por ello, tenemos dos soluciones: gestionar la demanda o producir de una forma más eficiente. Eso lleva a un menor consumo y si tienes menor consumo, pues tienes menos emisiones de CO2 y eres más respetuoso con el medio ambiente.

La formación es uno de los pilares básicos de esta comisión, ¿no es así? ¿Cómo se fomenta este aspecto entre los colegiados?

Borja Ribed, vocal de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del COIIM y Coordinador de Recursos Corporativos en HM Hospitales: Esta comisión no solo se dedica a formar a los colegiados, sino a muchos grupos de interés como profesionales técnicos, sanitarios, pacientes y organizaciones y para ello hemos lanzado distintas actividades. Un buen ejemplo son las jornadas técnicas que ofrecemos en el Colegio de Ingenieros. Son gratuitas y abiertas a todo el que quiera asistir sin necesidad de ser ingeniero. En ellas un panel de expertos, en la materia que se quiera tratar (siempre heterogéneo, es decir, no solo ingenieros, sino también médicos, biólogos, químicos abogados o economistas expertos en salud) abordan temas de interés relacionados con la tecnología y la ingeniería sanitaria.

¿Trabajan estrechamente con alguna universidad madrileña y/o española?

Varias universidades nos han pedido que revisemos los planes de estudio de los actuales grados de Bioingeniería y Biotecnología para comprobar si la formación se adecúa hacia lo que demandan las necesidades profesionales actuales. Es decir, si el plan de estudios sustenta lo que en el futuro profesional se va a demandar y que por tanto sea útil para los universitarios.

¿Cuáles son los cursos formativos que tienen previsto impulsar en el curso que ahora comienza?

A pesar de ser la comisión más joven del colegio, en estos cinco años ya hemos organizado numerosos cursos de distintas tipologías. Hemos hecho cursos generalistas orientados hacia la “Gestión Sanitaria” de 40 horas lectivas y otros monográficos específicos en aspectos determinados de la tecnología sanitaria o las instalaciones con una menor carga lectiva.

Ribed explica la labor formativa que realiza este organismo.

Ahora mismo estamos trabajando en un curso específico de gases medicinales, organizado entre el colegio de ingenieros y la empresa gasista Carburos Médica, que tendremos listo para final de año. Es muy específico, ya que se centra en los gases medicinales, tanto en su uso como en la formación acerca de sus instalaciones, la normativa específica que rige su manejo, distribución, almacenaje, controles, mantenimiento, etcétera.

La comisión ha impulsado varias guías técnicas, versando una de ellas sobre Buenas Prácticas en Gestión y Mantenimiento de Equipamiento Electromédico. ¿A qué necesidades responde esta guía? ¿De qué manera la aplican en sanidad?

El principal autor de este documento es nuestro compañero Andrés Gómez, pero muchos miembros de la comisión han contribuido en su revisión y maquetación. Hasta el momento, no había nada igual en el sector hospitalario. Como ingeniero, nunca he tenido una guía que te sugiera, basándose en algoritmos, cuál es el momento óptimo para declarar obsoletas tecnológicamente unas instalaciones, por ejemplo.

La guía muestra una metodología para dimensionar el parque electromédico, para organizar y ajustar los mantenimientos preventivos, el stock que se ha de disponer de equipamiento tecnológico para alcanzar un nivel de seguridad determinado en quirófanos… En definitiva es una guía muy completa, que toca todos los ámbitos relacionados con el equipamiento electromédico, y que ha tenido muchísima acogida. De hecho, tiene infinidad de descargas en la página web del colegio, no solo desde España, sino desde numerosos países hispano hablantes.

¿De qué manera mejora la calidad de vida de los pacientes? ¿Y el trabajo de los profesionales sanitarios?

La relación entre el ingeniero hospitalario y la Dirección Asistencial en los hospitales ha de ser total. Cuanto mayor información se comparta, mucho mejor. El objetivo de los centros sanitarios es curar. Los Ingenieros sanitarios nos centramos en facilitar que los profesionales asistenciales lo consigan, buscando el equilibrio entre un entorno óptimo desde el punto de vista de las instalaciones e infraestructura, con el mejor equipamiento tecnológico posible al menor precio tanto de adquisición como de mantenimiento posterior.

Ser eficientes implica la búsqueda continua de la optimización en servicios a precios competitivos. En este aspecto la capacidad técnica, el análisis, la metodología y la capacidad organizativa de los ingenieros resulta muy útil en el entorno sanitario.

Borja Ribed detalla el papel del ingeniero dentro del sector sanitario.

¿Considera que nuestros hospitales están bien dotados de tecnología puntera e I+D+i o, de lo contrario, son construcciones atrasadas a su tiempo?

Son dos cosas diferentes. Uno es el continente y otro, el contenido. Si a nivel de I+D te refieres a tecnología, hay estándares internacionales que reflejan el estado de obsolescencia del parque tecnológico español. Es cierto que hemos pasado una crisis económica larga y muy importante, que ha provocado que el parte tecnológico en general esté obsoleto. Es fundamental establecer unos criterios para ir renovándolo de forma gradual.

Es verdad que, durante muchos años, el capítulo de inversiones en sanidad pública ha estado cerrado. Y desde las gerencias de los hospitales públicos se han tenido que buscar la mejor forma de poder renovar parte de la tecnología obsoleta (ya sea con métodos de pago por uso o por proceso, formas innovadoras de financiación, etc.), que supongan coste y no inversión.

Por otro lado, y también por motivos similares, a nivel de infraestructuras, los hospitales públicos están un poco obsoletos en general. Se están construyendo nuevos, pero es necesario que la renovación se realice de forma más rápida. Los hospitales antiguos tienen, por norma general, una estructura vertical que hace que sean difícilmente gestionables desde el punto de vista técnico. Asimismo son mucho más complejos de gestionar a nivel asistencial que los centros más pequeños y modernos de distribución horizontal.

Los nuevos hospitales no superan únicamente a los antiguos en la calificación energética del inmueble y los menores costes de mantenimiento asociados, sino que los superan a nivel de ergonomía interna y facilidad de gestión.

En este caso, el sector de la sanidad privada, ¿le está ganando terreno al de la pública?

La sanidad privada busca la optimización en todo, tanto en diseño, tamaño y construcción eficiente del inmueble, que permita tener unos costes de mantenimientos contenidos, hasta en lo referente a la dotación tecnológica. La sanidad privada ha de atraer tanto a pacientes, a profesionales y a aseguradoras que deseen concertar con los centros privados. Ofrecer a los profesionales sanitarios una tecnología puntera redunda en diagnósticos y tratamientos más certeros.

Por otro lado, ofrecer a los pacientes edificios modernos mejora la calidad de su estancia en los hospitales. Por este motivo, la continua reinversión que se da en la sanidad privada es práctica obligada como método de subsistencia. Se ha de reinvertir de forma continua en tecnología sanitaria y en infraestructuras para adaptarse a los continuos cambios de las preferencias de los pacientes y para permitir a los profesionales disponer de la última tecnología médica.

Creo que la sanidad privada se encuentra, por norma general, algo mejor dotada tecnológicamente que la pública. Esto es debido fundamentalmente a dos motivos; No se rige por los presupuestos generales de cada comunidad autónoma; No ha de seguir la ley de contratación del sector público en lo referente a concursos relacionados con gastos e inversiones.

No es que los gestores de la sanidad pública lo hagan mal, es que, desgraciadamente, están encorsetados por los motivos mencionados anteriormente y no disponen de presupuestos ni recursos para renovar tecnología e infraestructuras. Se trata por tanto de un problema político de asignación de presupuestos más que de incapacidad de gestión que, te aseguro, no es tal. Por suerte tenemos a excelentes profesionales en la sanidad pública en puestos muy relevantes de gestión técnica y administrativa. Ahora sólo hay que permitirles disponer de los recursos necesarios y la flexibilidad necesaria para que desempeñen su labor.

Antonio González San Isidro y Borja Ribed posan tras la entrevista concedida a Redacción Médica.



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