El estudio retrospectivo
ORBE II, que analiza los resultados de 204 pacientes con
asma grave eosinofílica tratados con
Fasenra (benralizumab) en condiciones de práctica clínica habitual en quince centros hospitalarios españoles, respalda la eficacia demostrada de benralizumab para mejorar el control del asma y la función pulmonar y reducir exacerbaciones graves, el uso de corticoides orales (GCO), la tasa de exacerbaciones con necesidad de hospitalización o visitas al servicio de urgencia.
“ORBE II es el mayor estudio de benralizumab en vida real presentado hasta la fecha en España. Diseñado para evaluar la efectividad del fármaco en vida real, ha observado que el tratamiento con benralizumab proporciona beneficios a los pacientes de asma grave eosinofílica, con importantes mejoras en la
disminución del uso de corticoides orales o en la función pulmonar, entre otros parámetros. Los datos observados son incluso mejores en los pacientes con rinosinusitis crónica con poliposis nasal (RSCcPN) comórbida”, ha explicado
Ana Pérez, directora médica y de Asuntos Regulatorios de
Astrazeneca España.
A este respecto,
Alicia Padilla, neumóloga responsable de la Unidad de Asma en el Hospital Costa del Sol (Marbella) y coordinadora del estudio ORBE II ha añadido que “datos procedentes de ensayos clínicos y de estudios en vida real sugieren que la
poliposis nasal en los pacientes con asma grave es un factor predictor de buena respuesta a benralizumab. De hecho, en un estudio muy reciente se observa que la presencia de poliposis comórbida al asma multiplica por ocho la probabilidad de tener respuesta completa con benralizumab. El estudio ORBE II sigue corroborando la mejoría clínica y funcional de estos pacientes con asma y comorbilidades como poliposis en tratamiento con benralizumab”.
En cuanto a los resultados clínicos, esta experta ha agregado que en el estudio ORBE II se observa que “los pacientes con asma grave eosinofílica tratados con benralizumab
mejoran el control de la enfermedad y la función pulmonar, además de reducir las agudizaciones y el uso de corticoides orales, que son puntos clave en el abordaje de la patología”. La doctora indica que “existen
tratamientos eficaces para estos pacientes con una elevada carga de enfermedad. Por ello, es clave detectar, diagnosticar y fenotipar correctamente a los pacientes desde el inicio”.
Reducción de hospitalizaciones y de uso de corticoides orales
En el estudio ORBE II, la mayoría de los pacientes observados se asociaron con mejoras relevantes en el control de los síntomas del asma2. Después de doce meses de tratamiento con benralizumab, el 74,2 por ciento de los pacientes tenía sus
síntomas controlados (puntuación del test de control del asma ACT ≥ 20).
En cuanto a la función pulmonar, se observó una media de aumento del FEV1 pre-broncodilatador de 340 ml. Tras doce meses de seguimiento, se observó un aumento en este parámetro en el 79,8 por ciento de los pacientes, y muchos de ellos se asociaron con
mejoras clínicamente relevantes de al menos 200 ml (60,5 por ciento). Esta proporción fue aún mayor en el caso del subgrupo de pacientes con RSCcPN comórbida, observándose en un 72,7 por ciento de los pacientes dichas mejoras clínicamente relevantes (≥ 200ml).
En el año previo al tratamiento con benralizumab, se observó que el 84,8 por ciento de los pacientes habían tenido una
exacerbación grave, el 85,3 por ciento en el caso de los pacientes con RSCcPN comórbida. El porcentaje de pacientes libres de exacerbaciones observados se asoció con el 73 y el 74,7 por ciento, respectivamente, tras todo el periodo de tratamiento con benralizumab, observándose resultados similares después de doce meses (81,4 y 81,3 por ciento, respectivamente).
Además, después de doce meses, más de la mitad de los pacientes dependientes de GCO (53,8 por ciento) -definidos como aquellos que recibieron tratamiento de mantenimiento con
corticoides sistémicos durante al menos tres meses en el periodo de doce meses anterior a la fecha de inicio del estudio- se observó una eliminación por completo de su uso, porcentaje que fue mayor en el subgrupo de pacientes con RSCcPN (75%).
También se observó una proporción menor de pacientes
sin visitas a urgencias ni hospitalizaciones después del tratamiento con benralizumab (de 51,5 a 89,7 pacientes sin visitas ni hospitalizaciones), especialmente en el subgrupo de pacientes con RSCcPN comórbida (de 52 a 94,7).
Estos resultados han sido presentados en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias (ERS, por sus siglas en inglés) de 2022
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