Las
infecciones fúngicas invasivas (IFIs) son un problema creciente en la población, sobre todo en
pacientes pediátricos inmunodeprimidos donde, en algunos casos, se alcanzan tasas de mortalidad de hasta el 50 por ciento. Un hecho que se debe, en gran medida, a que la
resistencia a antimicrobianos es un problema emergente, lo que provoca que el tratamiento de estas enfermedades sea altamente complejo. Estos fueron algunos de los temas tratados en 'Triio Kids- Temas y Retos en Infecciosas, Intensivos y Oncología', la iniciativa promovida por
Gilead Sciences que nació en 2021 con el fin de acercar los conocimientos actuales de las infecciones tanto a pediatras especialistas en enfermedades infecciosas, intensivistas y oncohematólogos, como a médicos en formación y cuyas conclusiones sobre la infección fúngica, vírica y bacteriana en el paciente pediátrico, donde es necesario un
abordaje multidisciplinar desde la triple visión del hemato-oncólogo, del intensivista y del infectólogo pediátrico, se han presentado en la 'Jornada Triio Kids 2.0'.
De esta forma,
Montserrat Nieto Moro, jefa de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infantil Niño Jesús, y moderadora del bloque “La IFI en el Madrid del Siglo XXI”, ha resaltado la importancia de estas jornadas, ya que se basan “en un abordaje multidisciplinar para
mejorar el diagnóstico y el tratamiento individualizado del paciente pediátrico oncohematológico con infección grave”. Nieto ha añadido además que “el problema creciente que supone en el paciente crítico y oncohematológico el aumento de las infecciones fúngicas invasivas en niño con inmunodepresión, incluyendo una
incidencia incrementada de hongos filamentosos, puesto que se acompañan de elevadas tasas de mortalidad”. Por eso aboga por “individualizar el tratamiento de los antifúngicos mediante la farmacogenética y la monitorización terapéutica de los fármacos, siendo una posibilidad que deberíamos incorporar a nuestra práctica clínica ya que nos permite optimizar el tratamiento de estos pacientes”.
En el segundo bloque “El Reto de los Virus”,
Antonio Pérez, jefe de Servicio de Hemato-oncología Pediátrico del Hospital la Paz, ha adelantado que “hoy en día existen herramientas diagnósticas (que vienen de la base de la citometría de flujo) que nos permiten diferenciar y diagnosticar de forma temprana si los pacientes están sufriendo infecciones virales o infecciones bacterianas, lo que nos permite
intervenir de forma precoz”. Pero, sobre todo, Pérez ha querido destacar que “en el control de las enfermedades virales es fundamental la inmunidad celular, de la que la
inmunidad celular memoria es una estrategia terapéutica fundamental. Y el cómo transferir una inmunidad celular a un paciente inmuno-comprometido, a un paciente vulnerable a través de lo que llamamos terapia celular adoptiva. Y esa terapia celular adoptiva nos está permitiendo en este momento administrar de forma segura diferentes estrategias”.
Durante el tercer bloque, “Bacterias: el enemigo que nunca duerme”,
María Luisa Navarro, de la Sección de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, ha recordado “la importancia que tienen las bacterias resistentes por la morbimortalidad que ocasionan en la población pediátrica que atendemos en nuestros hospitales; el conocer la ecología de la unidad hospitalaria donde uno trabaja, de la vigilancia de la colonización por
bacterias multirresistentes de estos pacientes, de optimizar el tratamiento antibiótico y la importancia para ello de los equipos PROA”.
“El tratamiento del cáncer en niños está muy desarrollado y ello hace sobrevivir a los niños a una situación muy compleja, pero también los pone en riesgo de sufrir infecciones que pueden ser muy graves, entre ellas las que se producen por las bacterias resistentes. Esta jornada fue clave para debatir cómo tratar a estos pacientes que se colonizan por estas bacterias y pueden presentar infecciones. Además de recordar la necesidad de llevar a cabo
programas de investigación pediátricos para poner tener a punto y aprobados los nuevos antibióticos con acción para las bacterias resistentes”, ha añadido Navarro.
Tasa de mortalidad en pacientes pediátricos
De hecho, la tasa de mortalidad por
candidemia en pacientes pediátricos se estima en un 10 por ciento; por otro lado, la tasa de mortalidad po
r aspergilosis invasiva en niños con cáncer o que han recibido un trasplante puede llegar hasta el 50 por ciento. Entre los pacientes con neoplasias oncohematológicos, el 80% sufren episodios de fiebre y neutropenia, sin embargo, en dos de cada tres pacientes el foco no es evidente o no llega a identificarse.
Fruto de “Triio Kids- Temas y Retos en Infecciosas, Intensivos y Oncología” los coordinadores han elaborado el artículo titulado
“Major infectious challenges in the child whith febrile neutropenia” en el que se recogen las
principales recomendaciones sobre infecciones bacterianas, resistencias a medicamentos usados en profilaxis y manejo de la neutropenia febril en el niño. Este artículo ha sido revisado y aceptado para publicación por la revista 'Journal of Clinical and Translational Oncology'.
Los coordinadores de la jornada fueron María Luisa Navarro, de la Sección de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid; Antonio Perez, jefe de Servicio de Hemato- oncología Pediátrico del Hospital la Paz y Montserrat Nieto Moro, jefa de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infantil Niño Jesús, contando, además, con la participación de diferentes ponentes expertos de los hospitales pediátricos de Madrid.
Estas jornadas son parte del compromiso de Gilead y
cuentan con el aval de las tres sociedades científicas pediátricas: Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (Sehop), Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (Secip) y Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP).
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