Dublín, Malta y Zagreb han retirado sus candidaturas para acoger
la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) a la que aspira Barcelona y cuya reubicación decidirá la Unión Europa a Veintisiete en la tarde de este lunes en una votación secreta.
“Tras amplias discusiones con la Agencia Europa del Medicamento yotras autoridades nacionales competentes en la Unión Europea,
Malta retirará su candidatura a acoger la agencia”, tal y como ha anunciado el Gobierno maltés en un breve comunicado el pasado viernes. Desde entonces,
otras dos ciudades, Dublín y Zagreb, se han apartado de la carrera, según han informado a Europa Press fuentes europeas.
Así,
el Consejo de Asuntos Generales de la UE en el que se decidirá la nueva ubicación de la agencia -tras su salida de Reino Unido por el Brexit en marzo de 2019 a más tardar- tendrá que votar entre 16 candidatas. Las papeletas presentarán a las candidatas por orden protocolario: Ámsterdam, Atenas, Barcelona, Bonn, Bratislava, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Helsinki, Lille, Milán, Oporto, Sofía, Estocolmo, Viena y Varsovia.
La candidatura de Barcelona se complica
En el caso de Barcelona, cuya evaluación técnica a manos de la Comisión Europea la colocó entre las mejores ofertas,
la crisis política en Cataluña y la incertidumbre ha lastrado sus opciones. La candidatura de la Ciudad Condal contó de partida con el apoyo inequívoco tanto del Gobierno de Mariano Rajoy como de la Generalitat y del Ayuntamiento de la ciudad, pero
las tensiones han debilitado este frente.
El desafío independentista “preocupa” en la Unión Europea, como reconocen fuentes europeas de todo signo, aunque oficialmente no se haya expresado así en los debates sobre la EMA.
La inseguridad sobre el futuro de la comunidad autónoma es el “elefante en la habitación”, como lo definió un alto funcionario europeo al inicio de la crisis.
Los puntos ‘fuertes’ de la Ciudad Condal para albergar la EMA
Con todo,
España cuenta con sumar un gran número de apoyos,
incluidos los de sus vecinos Portugal y Francia, que concurren con sus propias candidatas, y otros países como Rumanía, según fuentes diplomáticas. Alemania, sin embargo, ha insinuado que si cae su aspirante -Bonn- su voto será para Milán, otra de las favoritas en la carrera y cuya candidatura ha estado muy activa en Bruselas.
Barcelona ha hecho valer entre sus puntos fuerte que cuenta con un edificio, la Torre Glòries,
preparado para recibir la EMA “hoy mismo”; el respaldo de la Agencia Española del Medicamento, una de las más potentes de Europa y que colabora estrechamente con la EMA; y la fuerte presencia del sector. De hecho,
la ciudad catalana ya quedó en segundo lugar cuando Londres fue la designada para acoger la EMA en 1995.
Entre las exigencias sobre las que ha girado hasta ahora la evaluación para decidir la mudanza destaca garantizar que la agencia podrá concluir su mudanza y retomar su actividad en la nueva sede cuando se produzca el Brexit; así como garantizar que podrá funcionar con normalidad.
También son claves las infraestructuras de transporte, hoteleras y otras que aseguren un fácil acceso para las miles de visitas que la EMA genera al año y la existencia de colegios internacionales y un acceso adecuado tanto al mercado laboral como a la seguridad social y servicios médicos por las familias de los más de 900 empleados que moverá la EMA.
El equilibrio geográfico es la sexta condición técnica sobre la que se basa el examen de las candidatas hasta ahora y que han hecho valer los países del Este, que no cuentan en su territorio con ninguna agencia europea. Ello ha permitido a Bratislava situarse entre las favoritas, junto a pesos pesados como Ámsterdam, Milán, Copenhague y Barcelona, pese a sus limitaciones en otras cuestiones.
La condición geográfica es también el criterio que debilita el perfil técnico de Barcelona, por tener España ya otras tres agencias europeas en Vigo, Bilbao y Alicante.
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