Una persona puede tener 25, 31, 43 o 57 años según su fecha de nacimiento, pero la
edad de su corazón puede no coincidir biológicamente con la que marca su DNI y en algunos casos ser mayor de lo real. Esta situación se puede dar en aquellas personas que
no controlan adecuadamente sus factores de riesgo cardiovascular (RCV); es decir, los niveles de
colesterol LDL, la
hipertensión, el
tabaquismo y la
diabetes.
Con el objetivo de concienciar a la población sobre las consecuencias de tener un RCV elevado
Sanofi lanzó la
Calculadora de la Edad del Corazón. Se trata de una herramienta informática que permite
estimar si la edad del sistema cardiovascular de una persona coincide con sus años reales. Desde entonces,
más de 51.400 personas ya la han utilizado en España, y se prevé que la sigan utilizando muchas más. Sobre todo porque, como explica su creador,
José Ignacio Cuende, especialista en Medicina Interna del
Hospital Universitario Río Carrión de Palencia y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, “si decimos a un paciente de 50 años que su riesgo cardiovascular es alto, no le transmitimos claramente cuánto de alto es su riesgo; pero si le decimos que su corazón no tiene 50 años sino 65,
entiende que puede perder 15 años de su vida”.
Funcionamiento de la calculadora
"Si decimos a un paciente que su corazón no tiene 50 años, sino 65, entiende que puede perder 15 de vida si no cambia sus hábitos"
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Para estimar este dato, la Calculadora de la Edad del Corazón utiliza un
algoritmo matemático desarrollado por el mismo Cuende en base a las evidencias que publicó en 2010 en el
European Heart Journal. Dicho algoritmo cruza los datos no modificables de sexo y edad con factores de riesgo que se pueden mejorar, como son las
cifras de presión arterial y de colesterol o el estado de fumador o no, para cubrir todos los valores de riesgo absoluto de las tablas Score y, en consecuencia, determinar la
edad vascular de una persona. Así lo explica Cuende: “
Según aumenta la edad de una persona, su riesgo cardiovascular, también. Pero si esta persona no tiene controlados los factores de RCV, el riesgo se incrementa aún más. Por lo tanto, introduciendo en la calculadora los datos de edad, sexo, tabaquismo y niveles de presión arterial y colesterol, podemos transformar este riesgo en edad del corazón y saber si éste está envejeciendo al mismo ritmo que la persona o más rápidamente”.
Por lo tanto, la Calculadora de la Edad del Corazón es una herramienta que, más allá de sensibilizar a la población,
permite informar a los usuarios acerca de sus posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, con el fin de ayudarles a prevenir patologías del sistema vascular. Para ello, también ofrece recomendaciones para mejorar algunos hábitos y conseguir así reducir el riesgo cardiovascular,
como hacer ejercicio, seguir una dieta equilibrada o controlar el peso, entre otras.
En este sentido, Leopoldo Pérez de Isla, de la
Fundación Española del Corazón (FEC), destaca la importancia de brindar herramientas a la sociedad que permitan controlar sus factores de RCV, y lo hace poniendo en relieve la poca conciencia de riesgo cardiovascular que tiene la sociedad: “
Es fundamental que la gente tome conciencia de que si no lleva un estilo de vida saludable (fuma, es sedentaria, no mantiene una dieta equilibrada, etc.) aumentará inevitablemente sus
posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, ponga la edad que ponga en su DNI”. Es por ello por lo que aboga por seguir llevando a cabo iniciativas que, como la Calculadora de la Edad del Corazón, permitan aumentar la sensibilización.
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