Eduardo Ortega Socorro. Valencia
En lo más duro de la crisis, los acuerdos de riesgo compartido surgieron como una solución, al menos temporal, para la financiación de medicamentos innovadores, demasiado costosos para un Sistema Nacional de Salud (SNS) cada vez más asfixiado.
Sin embargo, unos años más tarde parece que esta fórmula 'ha pasado de moda', Y es que, tal y como explica Mercedes Vallejo, consejera técnica de la subdirección general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, la complejidad de su formulación y la monitorización necesaria de los pacientes ha provocado que el Ministerio de Sanidad los ponga en un segundo plano, y no les augure un gran futuro. "Debemos preguntarnos si el posible ahorro o eficiencia compensan la cantidad de trabajo y de medición y evaluación que generan", advierte.
Además, advierte de que ante los nuevos oncológicos inmunológicos surge el problema de los indicadores, dado que los parámetros de medición de sus beneficios no son los mismos que en los productos tradicionales.
En cambio, según explica Vallejo, la Administración está poniendo el foco en los techos de gasto, de los que hay ya diez en marcha, cuatro de ellos para medicamentos oncológicos. Mediante este tipo de acuerdo, el SNS solo paga hasta un límite. A partir del mismo, el fármaco es financiado por el laboratorio proveedor en lo que reste del periodo pactado, y la técnica de Sanidad reconoce que la apuesta del ministerio pasa por esta vía.
Debate en biosimilares, fútil y estéril
Vallejo aborda estas cuestiones durante su intervención seminario Scientific and Access Breakthrough in Oncology, de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, con el patrocinio de MSD. Además, en la misma, recuerda que los medicamentos biosimilares van a suponer una nueva fuente de ahorro. Por eso anima a su uso y considera que "el debate sobre la intercambiabilidad y sustitución es fútil y estéril".
Asimismo, recuerda que en la recámara hay ya cuatro anticuerpos monoclonales biosimilares que tendrán su efecto, en materia de ahorro, en el área oncológica.