Lograr un
acceso rápido de los pacientes al mejor tratamiento es uno de los principales retos de gobiernos e industria farmacéutica. En este cometido, el sector plantea que se ponga en marcha un
mecanismo de acceso temprano para los fármacos cuya financiación sea urgente, es decir aquellos que sean una única alternativa ante una enfermedad grave o potencialmente mortal. Según ha podido saber
Redacción Médica, esta propuesta se está negociando para ser incluida en la
nueva estrategia de la industria farmacéutica que prepara el Gobierno.
Y es que hay ocasiones en las que la llegada de un medicamento concreto es la única vía para que un paciente pueda hacer frente a su enfermedad. En otras, el fármaco supone un aumento sustancial en su calidad de vida o una
nueva esperanza ante una enfermedad grave o potencialmente mortal. Farmaindustria ya viene reivindicando que en estas ocasiones el plazo desde que una innovación se aprueba en Europa hasta su
financiación en España puede ser demasiado largo.
Por ello, plantea para estos
medicamentos un procedimiento especial que permita a los pacientes acceder a de ellos de forma urgente. Este es el objetivo que recoge la propuesta para el acceso temprano a los medicamentos innovadores, elaborada por Farmaindustria, que incluye
acelerar la decisión de precio sin cambiar la ley.
Esta propuesta
ya ha llegado al Ministerio de Sanidad y está siendo discutida en el marco del Plan Eratégico de la Industria Farmacéutica. Además, según ha explicado el departamento a este medio, algunas de las propuestas elaboradas en este sentido "han surgido también del propio Ministerio".
Vía de acceso temprano a medicamentos
La vía de acceso temprano propuesta
no requiere de un cambio legislativo, arranca con el establecimiento de criterios claros por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (
Aemps) que determinen qué medicamentos son objeto de este procedimiento. Farmaindustria propone que sean aquellos que estén orientados a una enfermedad rara, grave o incapacitante, que no exista alternativa de tratamiento o, si la hay, que el
nuevo fármaco aporte mejoras relevantes en eficacia o seguridad.
Cuando un medicamento sea seleccionado como candidato a este acceso temprano, se plantea un plazo máximo de quince días tras la autorización en Europa para que la compañía solicite el código nacional, indispensable para su
comercialización en España.
Mientras que en esta primera etapa
el precio del fármaco viene marcado por la compañía, lo que persigue la propuesta es que se llegue a un acuerdo de financiación lo antes posible entre la Administración y el laboratorio comercializador. El plazo sería de 90 días, la mitad del que establece la normativa actual. Una vez resuelto ese período, si la decisión fuese
no financiar el fármaco, la Administración y la compañía farmacéutica deberán acordar cómo realizar la continuidad del tratamiento de los pacientes que hubieran recibido el medicamento en la primera etapa.
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