La
Unión Europea está a punto de acometer la
mayor reforma farmacéutica de su historia, con el objetivo principal de hacer más accesibles los medicamentos más innovadores. Si bien, se está haciendo esperar, ya que ha pospuesto la fecha de arranque en varias ocasiones. Al mismo tiempo, España también prepara cambios en este ámbito, como la reforma de la
Ley de Garantías o el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica, planes que también están pendiente de aprobarse.
El
sector farmacéutico español apunta a que el retraso de las nuevas normativas que afectan a los medicamentos que están pendientes de aprobarse se debe precisamente al retraso en la puesta en marcha de la reforma europea, ya que la ven como su 'antesala', tal y como indican fuentes de la industria a
Redacción Médica. Por contra, el Ministerio de Sanidad no lo ve así.
Sanidad desvincula una reforma con la otra. "Ambas cosas
no están ligadas", aseguran fuentes del departamento que lidera el ministro
José Miñones a este medio. Si bien, el sector apunta que es posible que España añada cuestiones de la reforma europea a la de la Ley de Garantías, ya que es la UE el faro en el que se fija España, aunque cada país es soberano.
Tras varios retrasos, el último anuncio público de la
Comisión Europea marcó
el próximo 26 de abril como
fecha de inicio de la reforma farmacéutica. Tal y como se puede observar en los puntos del día de las reuniones del organismo, este día está previsto abordar el paquete farmacéutico, que entre las novedades que se prevé que incluya se encuentra
la desburocratización y los fuertes incentivos para la innovación.
Por su parte, en cuanto a la Ley de Garantías, aún no hay una fecha concreta en el horizonte, ya que está en 'pañales' y aún no está elaborado el texto. Si bien,
el compromiso del Ministerio de Sanidad "es tener la ley aprobada
en diciembre de 2023".
Nueva regulación farmacéutica
Una de las novedades que Sanidad baraja incluir en la nueva Ley de Garantías es dar
facilidades a los medicamentos de alta necesidad, por lo que la normativa abre la puerta a incentivos a compañías que los fabriquen y quieran traerlos a España.
Además de los
medicamentos de alta necesidad, es decir, aquellos que no están autorizados a ser comercializados en España pero que se consideran imprescindibles para el tratamiento de una población específica o pacientes concretos, el Gobierno también apuesta por beneficiar a los
medicamentos estratégicos, algo que se puso de manifiesto desde que pasó lo peor de
la pandemia de Covid-19, donde quedó patente la excesiva dependidencia de terceros países, como
China e India.
"En la ley (de Garantías) va a haber una definición de lo que es un medicamento estratégico y, a partir de ahí, poder tomar medidas que hagan que estos fármacos puedan servir al
Sistema Nacional de Salud sin que existan problemas de suministro", señaló en una entrevista con este medio el jefe de departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps),
Antonio Blázquez.
A ellos se suman ahora los medicamentos para los que existe una
clara necesidad de autorización de comercialización. De hecho, recientemente la Agencia los identificó en un listado, primer paso para unos posibles
beneficios a las compañías fabricantes.
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