Una semana después de su oficialización, la
orden de precios de referencia de medicamentos en el SNS se ha visto sometida a una considerable corrección. El Boletín Oficial del Estado (BOE) de este lunes 5 de diciembre publica los cambios acometidos tras advertise errores que no alteran, según la nueva disposición, “el contenido material de la misma” pero afecta tanto al grupo de conjuntos aprobados para dispensación en oficina de farmacia como al Anexo titulado ‘Precios de referencia de los conjuntos’.
El
nuevo documento publicado en el BOE sobre precios de referencia establece la supresión de
26 presentaciones en un total de 6 conjuntos. En concreto, hace referencia a cuatro presentaciones de Bilastina, seis de Everolimus, nueve de Factor IX de la coagulación, cuatro de Treprostinilo, dos de Sorafenib y una de Irinotecán.
Ante estos cambios, la nueva orden ha modificado también su anexo 3, en el que se detallan todos los precios de referencia de fármacos con indicación del precio de cada conjunto, además de detalla su presentación en base al coste/tratamiento/día de cada uno. Este apartado describe, además, la información de las dosis diarias definidas en cada conjunto de referencia y se identifican aquellos que están formados o no por la existencia de un medicamento biosimilar o genérico.
¿Cómo quedan los precios de referencia?
A pesar de las presentaciones suprimidas,
el número de conjuntos que componen la norma queda inalterado, de modo que se mantiene la
creación de 30 nuevos conjuntos. De ellos, la mayor parte corresponde al ámbito hospitalario (18), mientras que diez son de venta en oficna de farmacia a través de receta médica y uno de presentación en envase clínico.
Según explican desde el Ministerio de Sanidad, estos precios producirán un
ahorro estimado de 270,89 millones de euros: 229,14 millones de euros en medicamentos hospitalarios y 41,75 millones de euros en medicamentos dispensados en oficinas de farmacia.
La visión de la industria farmacéutica
Las correcciones, que entran en vigor de forma inmediata, actualizan una norma que se publica anualmente y que tradicionalmente se ve con cierto recelo desde la industria farmacéutica, especialmente en un entorno de subida de costes como el actual. En ese sentido, en el sector ya han aparecido voces que reclaman una adaptación de la misma a la situación, de modo
que se eliminen las revisiones a la baja de fármacos ante el riesgo de desaparición de determinadas presentaciones que se venderían por debajo de su coste de producción.
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