El
Ministerio de Sanidad estudia permitir que los
medicamentos genéricos y biosimilares puedan venderse a un precio menor que los fármacos equivalentes de marca para favorecer su competencia en el mercado, tal y como ha avanzado
El País y ha confirmado
Redacción Médica por parte de fuentes ministeriales. Desde el departamento que dirige
Mónica García señalan a este medio que el nuevo modelo quedaría enmarcado en la actualización de la
Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, un objetivo estancado que en el ministerio esperan lograr a lo largo de este año. La aprobación de la medida, no obstante, también dependerá de que se articule un marco legal ad hoc a través de varios decretos. Por ello, las mismas fuentes apuntan, como mínimo, a principios de 2025 como horizonte para que el modelo salga adelante.
En España, el Estado, a través de la
Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos, es el que fija la cuantía que está dispuesto a financiar de los
fármacos incluidos en la prestación pública. En teoría, tal y como se detalla en la web del
Ministerio de Sanidad, los medicamentos genéricos son inevitablemente más baratos porque, dado que su patente es de dominio público, en su precio "no se repercuten los gastos derivados de investigación del principio activo".
No obstante, en el actual
Sistema de Precios de Referencia se acaba igualando la cuantía de las presentaciones originales y genéricas. Según datos de la patronal innovadora
Farmaindustria, en España, más de 82 por ciento de los medicamentos dispensados en farmacia está a precio de genérico. Esa circunstancia acaba repercutiendo en la cuota de mercado de los medicamentos genéricos, tal y como expone
César Hernández, director deneral de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud (
SNS) y de Farmacia del
Ministerio de Sanidad. De ahí que el departamento quiera aportar por la libre competencia de precios, tal y como ocurre en la mayoría de los países del entorno de España.
El sector reivindica una reforma del Sistema de Precios de Referencia
Más allá de cómo se articule el modelo final que pretende impulsar Sanidad, lo cierto es que el sector farmacéutico lleva tiempo reclamando una
mejora en el Sistema de Precios de Referencia que, en teoría, habría de llegar de la mano de una Ley de Garantías cuya actualización acumula un retraso de, aproximadamente, un año, aunque fue tras la
pandemia de Covid-19 cuando se puso de manifiesto que la modificación era necesaria.
Con
Carolina Darias aún al frente del departamento, se llegó a anunciar que el objetivo del Gobierno era tener lista la
nueva Ley de Garantías para diciembre de 2023, pero estos planes, como otros, se truncaron por la convocatoria de elecciones generales. De ahí que Mónica García haya anunciado en varias ocasiones su intención de que, finalmente, esa renovación quede sellada a lo largo de este 2024.
En el mismo contexto, a primeros de este mes el Gobierno anunció, a través de una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita del
Grupo Republicano en el Congreso, que prevé sacar adelante "a lo largo del presente ejercicio" la modificación normativa que permitirá que la
innovación incremental de los fármacos sea "reconocida y valorada" en el Sistema de Precios de Referencia y en la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos.
Tanto la industria farmacéutica como partidos, principalmente el PP, ya habían instado previamente al Ejecutivo a otorgar a este último órgano la potestad de fijar una cuantía individual para los medicamentos que representen una
innovación incremental de interés para el SNS.
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