El
Hospital de León, como el resto de centros sanitarios españoles, tuvo que transformar su actividad durante los peores momentos de
la pandemia de coronavirus Covid-19. Uno de los cambios fue el impulso de las
teleconsultas. Ahora, una vez que ha pasado la peor parte de la
crisis sanitaria, ha puesto en marcha un proyecto de la mano de
Boehringer Ingelheim, con el que se prolonga esta atención telefónica,
pero mejorada, ya que se toma en cuenta
la opinión de médico y paciente.
"Nos hemos sentado en la consulta
con los profesionales y pacientes, siendo los facultativos los que dan su opinión sobre la prioridad, adecuación e indicación de las visitas. La pandemia nos ha servido para implementar
nuevas formas de gestión, pero que conllevan también
un cambio en las herramientas habituales", explica a
Redacción Médica el gerente del hospital, Alfonso Suárez.
El Proyecto León comienza cuando, tras lo peor de la pandemia, el hospital decide realizar una encuesta a sus pacientes sobre
la atención telefónica recibida. La principal conclusión que se puede apreciar en este estudio es que la consulta telefónica solo parece tener cabida en
seguimientos, resultados y control de medicación, pero
no en primeras consultas.
El 75% de los pacientes aprueba la teleconsulta pero solo para seguimiento y control de medicación
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Como, dice el gerente,
“solo escuchando se puede mejorar”, el centro sanitario aprendió
dos lecciones: que la telemedicina será mejor aceptada si se garantiza que
la primera consulta será siempre presencial y que
se facilite la videollamada para el facultativo.
Uno de los asuntos que más preocupaban a la dirección es
la seguridad clínica, por lo que se marcaron como acciones de mejora
formar a los profesionales en telemedicina, garantizar la protección de datos,
sistematizar la llamada en consultas sucesivas y
actualizar las bases de datos de pacientes, entre otras.
Exterior del Hospital de León, donde se ha puesto en marcha este proyecto.
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Cuantificar cinco áreas
A partir de este momento el hospital, junto a Boehringer Ingelheim, decide poner en marcha un plan para mejorar las teleconsultas más allá de la pandemia. Se activa en
las especialidades de
Traumatología, Dermatología y Neumología, con el objetivo de cuantificar cinco áreas: lista de espera;
ocupación y saturación de las instalaciones y agendas de los médicos; satisfacción de los pacientes con las consultas; evitabilidad de visitas de bajo valor añadido (derivaciones, falta pruebas, altas tardías, filtrables, etc.); y la
capacidad de atención remota.
Este estudio ha reflejado una serie de conclusiones que “transforman” la forma de entender la atención hospitalaria. Fundamentalmente, manifiesta la necesidad de que
las estructuras estén orientadas a los procesos transversales del paciente, en vez de a las tareas; de fomentar el papel de
Enfermería; hacen falta circuitos de integración entre
Atención Primaria y hospital; así como impulsar
un cambio en el rol de los jefes de servicio, con más habilidades de liderazgo y potenciación de la supervisión activa.
Todo ello indica que hacen falta mejoras y que esto solo es el principio. Para ello, proponen, entre otras medidas,
incorporar a la Enfermería en el seguimiento del paciente crónico, un
protocolo de revisión de pruebas previo a la consulta (para evitar que falten) y crear
grupos de tratamiento industrializable. Puede consultar
pulsando aquí todas las conclusiones.
"El objetivo es comprobar si los hospitales estamos haciendo trabajos que aportan valor o que no lo aportan,
eso nos obliga a ser más eficientes", explica Alfonso Suárez.
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