El
Ministerio de Sanidad ya ha puesto en marcha, un año más, el mecanismo que dispone para renovar una de sus principales herramientas de ahorro en el gasto farmacéutico: los
precios de referencia de los medicamentos. La
industria farmacéutica española es la principal interesada en que esta normativa se ajuste lo máximo posible a sus necesidades, así como a la
situación económica actual. Por ello, entre sus peticiones, se encuentra la necesidad de poder 'ajustar' el precio de referencia cuando concurran circunstancias concretas, como
incrementos en los costes de producción.
Precisamente, esta es una de las recomendaciones que ha realizado
la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (Biosim) a la nueva Orden de precios de referencia, cuyo borrador se publicó a principios del mes de septiembre y tiene actualmente abierto para
presentar alegaciones al texto. Como novedad de este año, se crean
30 nuevos conjuntos, la mayoría relativos a fármacos de uso hospitalario.
Aunque acaba de arrancar esta medida, el sector del medicamento ya ha lanzado algunas peticiones. Una de ellas es que se excluya la aplicación de los
precios de referencia a los
fármacos considerados estratégicos. Así lo expuso recientemente
el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, quien apuntaba que si esto se lleva a cabo "será más fácil garantizar su suministro".
Y es que la
pandemia del Covid-19 y ahora la crisis de inflación ha hecho mella en la industria farmacéutica, que no deja de enfatizar su valor como sector estratégico. Por tanto, no apuesta tanto por
ayudas enconómicas, sino más en un
cambio en la regulación. Esto pasa por los
precios de referencia.
"Riesgo" de abastecimiento de biosimilares
Desde Biosim han indicado a
Redacción Médica que se espera que la nueva orden de precios de referencia no suponga 'de facto' una rebaja adicional de los precios de los
medicamentos biosimilares "que reduzca, aún más si cabe, los
pequeños márgenes de beneficio industrial".
"Esta situación podría
poner en riesgo el abastecimiento de unos fármacos muy necesarios para la sociedad, tanto por su alto valor terapéutico como por su innegable contribución a la sostenibilidad del sistema". Biosim considera que algunos aspectos podrían incorporarse a los precios de referencia para alcanzar el equilibrio entre sostenibilidad para el
Sistema Nacional de Salud (SNS) y
rentabilidad para las compañías.
Entre ellos se encuentran
que se aplique de oficio el precio ponderado a los nuevos medicamentos biosimilares autorizados que entran a formar parte de
un conjunto de referencia ya existente; y que el precio de referencia pueda ser incrementado cuando concurran circunstancias concretas que lo justifiquen como incrementos de los precios de producción debidamente acreditados o la existencia de un
solo medicamento comercializado en el conjunto de referencia.
Asimismo, que en el cálculo de los precios de referencia se valore el
beneficio adicional para el paciente que
supone la innovación en formas farmacéuticas, dispositivos de administración, o cualquier otra mejora técnica relevante para conseguir el
efecto terapéutico deseado.
Por parte de los genéricos,
la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg) ha explicado a este medio que está revisando la normativa. Si bien, durante este año ha lanzado algunas peticiones en este sentido, como la urgencia de analizar la exclusión de algunos
medicamentos de valor añadido (VAM) del sistema de precios de referencia o el requisito de contar con un proceso de
fijación de precios que sea "transparente y conocida por todos los actores participantes".
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