El
Ministerio de Industria ha resuelto la convocatoria 2022 del programa '
Profarma (2021-2022): Fomento de la competitividad en la Industria Farmacéutica'. En esta convocatoria se han evaluado 49 empresas farmacéuticas. De ellas, nueve han sido calificadas como 'Excelentes', diez como 'Muy Buenas', cinco como 'Buenas', y diecisiete como 'Aceptables'.
Las de la categoría "Excelentes" son:
Almirall, Bayer, GSK, Grifols, Insud Pharma, Rovi, Salvat, Lilly y Pharmamar.
En
la pasada convocatoria, la de 2021, las que entraron en esta categoría fueron
Almirall, Insud Pharma, Esteve, Rovi, GSK, Lilly, Grifols, Novartis, Ferrer y Pharmamar. De forma que se mantienen siete en este puesto, dos ascienten y tres bajan de posición.
En la categoría 2022 de 'Muy Buenas' aparecen
Boehringer Ingelheim, Cerebro Spain Bidco, Faes Farma, Grupo Ferrer, Janssen Cilag, Reig Jofre, Servier, Merck, Novartis y Takeda Farmacéutica España.
Por su parte, en la de 'Buenas' están
ALK Abelló, Esteve, Normon, Leti Pharma y Pfizer. En la de 'Aceptables' aparecen
Astrazeneca, Bristol-Myers Squibb, Diater Laboratorio de Diagnóstico y Aplicaciones Terapéuticas, Farmasierra, Industrial Farmacéutica Cantabria, Italfármaco, Kern Pharma, Cinfa, Laboratorios Ern, Menarini, Rubió, Viñas, Merck Sharp Dohme de España, Roche Farma, Sanofi-Aventis, Teva y Towa Pharma International Holdings.
Objetivo de Profarma
El objetivo del Plan Profarma es
favorecer la competitividad del sector, potenciando las actividades que aportan un mayor valor añadido, como la inversión en nuevas plantas y nuevas tecnologías de producción, fomentando la I+D+i.
La valoración de las empresas farmacéuticas en este programa tiene como consecuencia, entre otras,
una reducción en las aportaciones que éstas deben hacer al Sistema Nacional de Salud, de acuerdo con lo previsto en el Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios.
Según dicha ley, las empresas que vendan
fármacos dispensados con receta médica, financiados con fondos públicos, deben aportar al Sistema Nacional de Salud
un 1,5 o 2 por ciento de sus ventas según el alcance de éstas.
La minoración de las aportaciones al SNS depende de la clasificación que reciban las empresas en Profarma, que serán catalogadas en las categorías de Aceptables (5 por ciento), Buenas (10 por ciento), muy buenas (15 por ciento) o excelentes (25 por ciento), pudiéndose beneficiar de
una reducción de un 10 por ciento adicional por la participación en consorcios de I+D básica y preclínica con centros públicos o privados.
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