La marcha de
Reino Unido de la
Unión Europea ha generado muchos dolores de cabeza en las empresas con sede en el continente por los problemas regulatorios y burocráticos que conlleva. Entre ellas están, por supuesto, las
farmacéuticas.
Pero no solo los laboratorios del Viejo Mundo tienen esa preocupación. En un correo electrónico al que ha tenido acceso el portal económico
Bloomberg, el gigante norteamericano
Pfizer estima que el
Brexit le va a costar 100 millones de dólares (86,7 millones de euros).
La compañía está trabajando para “reunir los requisitos legales de la Unión Europea después de que el Reino Unido no sea un Estado miembro, especialmente en las
áreas regulatoria, de producción y cadena de suministro”, explica en la carta.
Problemas para los ensayos clínicos
Bloomberg señala que, además de estos problemas, la farmacéutica norteamericana tiene que solventar el problema de los ensayos clínicos, que deben estar respaldados por una entidad establecida en el bloque, y las compañías necesitarán nuevos representantes para sus estudios.
Las autoridades británicas ya han pedido a los laboratorios que provean
stock de medicamentos para unas seis semanas, para afrontar
posibles retrasos en la distribución de sus productos.
Otras compañías han hecho estimaciones de pérdidas parecidas a las de Pfizer, como GSK o Merck. Algunas están decidiendo si
mover su sede europea a terrenos continentales e incluso hay otras que han sugerido que Escocia e Irlanda del Norte deberían permanecer dentro de la Unión Europea ya que la mayoría de sus votos optaron por la permanencia.
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