La
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha publicado dos nuevos
informes de posicionamiento terapéutico (IPT). Entre ellos se encuentra el de
pegaspargasa (Oncaspar), de
Baxalta, en leucemia aguda linfoblástica (LAL).
Según el
documento, aunque “la pegaspargasa supone una alternativa pegilada a la asparaginasa nativa de E.coli como parte del tratamiento antineoplásico combinado de la leucemia linfoblástica aguda (LAL) en pacientes pediátricos desde recién nacidos hasta adolescentes de 18 años de edad (también en adultos ”, lo cierto es que “su menor inmunogenicidad
no se ha traducido en una mayor supervivencia global ni supervivencia libre de eventos respecto a la asparaginasa nativa en los ensayos clínicos”.
La ventaja que ven los autores del IPT en el fármaco es que presenta “una
menor frecuencia de administración, lo que simplifica la posología en relación a la asparaginasa nativa de E.coli, sin que se hayan observado diferencias clínicamente relevantes en cuanto al perfil de seguridad ni se disponga de datos en cuanto a la adherencia al tratamiento”.
El segundo IPT publicado es el
correspondiente a
lenalidomida (Revlimid), de Celgene, que precisa que ”es un fármaco que ha demostrado un
balance beneficio riesgo positivo como agente único en el tratamiento de rescate en enfermos con
linfoma de células del manto (LCM) en recaída o refractarios y que no sean candidatos para recibir quimioterapia intensiva y/ o trasplante”.
Nuevas versiones
Por otro lado, la Aemps ha revisado los IPT de otros dos productos. Por un lado, el de
atalureno (Translarna), de PTC Therapeutics, en el tratamiento de la
distrofia muscular de Duchenne, producto que según su
informe sigue sin demostrar “
ningún efecto sobre el curso y la progresión de la enfermedad” y los últimos datos “no han permitido reducir las incertidumbres respecto a la eficacia del medicamento,”.
Similar situación ocurre para
guanfacina (Intuniv), de Shire, en el trastorno por déficit e hiperactividad (
TDAH). Como ya
contó Redacción Médica, este producto “
no ha demostrado tener una eficacia superior ni igual a ninguno de los otros medicamentos actualmente aprobados para el TDAH”. Además, “con los datos disponibles existen
dudas sobre su capacidad para mejorar la funcionalidad del paciente”, situación que se mantiene en la
última revisión.
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