"Remdesivir es el único antiviral directo que hay para combatir el Covid"

El especialista analiza el plan de vacunación contra el Covid-19 y la experiencia con el tratamiento con remdesivir

Julián Olalla, especialista de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol.

05 mar 2021. 09.00H
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El especialista en Medicina Interna del Hospital Costa del Sol en Marbella, Julián Olalla, advierte que si se no se toman las medidas adecuadas y se produce una cuarta ola de contagios de coronavirus Covid-19 tras la Semana Santa, el verano quedará hipotecado "a efectos de imagen exterior". En una entrevista con Redacción Médica, el experto analiza la gestión de la pandemia y el plan de vacunación español.

Además, Olalla cuenta las principales conclusiones del grupo de expertos nacionales e internacionales que se celebró hace unos días y destaca la experiencia de la administración de Veklury (remdesivir), de Gilead, en la etapa inicial de la enfermedad y cómo ha cambiado el manejo del paciente Covid.

Hace unos días, usted moderó un encuentro de expertos en torno al lanzamiento de Veklury, en el que debatió acerca de la práctica clínica con este antiviral. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones de esta reunión?

Diferentes expertos, tantos nacionales como de otros países, expusieron su experiencia y opinión sobre el uso de remdesivir en los pacientes con infección por SARS-CoV-2 que precisan ingreso hospitalario. Todos ellos coincidieron en que es el único antiviral directo que poseemos hoy en día para combatir la Covid-19 y en que hay un beneficio en cuanto a consumo de recursos (días de oxigenoterapia o ventilación, estancia hospitalaria, etcétera) y mortalidad en el grupo de pacientes que precisan oxigenoterapia de bajo flujo.

¿Cómo funciona remdesivir?

Es un inhibidor de la ARN polimerasa viral, de forma que intenta abortar la replicación viral. En modelos animales, se ha visto como el inicio precoz de remdesivir logra limitar el daño pulmonar inducido por SARS-CoV-2, fenómeno que va de la mano de una reducción de los niveles de este virus. Es de esperar que a menor replicación viral la respuesta inmune posterior fuera menor. 

"Una de las enseñanzas de la pandemia es que la evidencia científica no siempre es fácil de generar"



¿Por qué es importante que este fármaco reciba aval internacional?

El posicionamiento de remdesivir es desigual a lo largo del globo. En España, por ejemplo, tenemos una limitación de uso a los primeros siete días desde el inicio de los síntomas, mientras que Estados Unidos, por ejemplo, lo indica en los primeros diez días de ingreso. Es importante generar datos de vida real en diferentes localizaciones para revelar cuál es el momento de la evolución de la enfermedad en que el paciente se va a beneficiar más de su uso.

¿Cómo han ido cambiando los tratamientos contra el coronavirus?

Hemos aprendido sobre todo lo que no vale. Empezamos guiados tan solo por estudios de cohortes, a veces sin brazos comparadores. La magnitud de la pandemia nos obligó a intentar hacer algo por nuestros pacientes a la espera de que se generara evidencia de calidad. El problema es que no había tiempo para esperar. El paso de los meses nos ha señalado sobre todo lo que no aporta beneficio a nuestros pacientes. Posteriormente han empezado a surgir pruebas de la eficacia de remdesivir.

Hay ensayos clínicos en marcha tanto de moléculas centradas en la fase de replicación viral como de la fase hiperinmune. Según se vaya generando evidencia podremos ir diseñando protocolos más ajustados y eficaces, pero otra enseñanza de la pandemia es que la evidencia no es siempre fácil de generar, necesitamos definir perfiles de pacientes diferentes en los que tratamientos diferentes puedan ofrecerles opciones para tener una buena evolución clínica.

¿Es optimista con el plan de vacunación contra el Covid-19?

Moderadamente optimista. Hay que partir de la base de que la vacunación masiva será el pilar de la lucha contra la pandemia. En ese sentido, son muy esperanzadores los estudios en vida real sobre la disminución de casos sintomáticos, ingresos y muertes entre los colectivos de vacunados. Tenemos que estar atentos frente al surgimiento de nuevas variantes virales y monitorizar la eficacia de las diferentes vacunas frente a las variantes que se vayan generando.

Hasta que logremos la famosa inmunidad de rebaño, debemos transmitir el mensaje de que es necesario seguir combatiendo al SARS-COV-2 como lo hemos hecho hasta ahora: distancia social, mascarilla, ventilación, geles hidroalcohólicos…Si duelen todas las víctimas de la Covid-19, más nos deberían doler las que vengan a partir de ahora, momento en el que ya se está vacunando. Ahora hay un camino claro, por eso es más importante que nunca reforzar el compromiso de todos con la salud de todos.

¿Cree que en verano estará inmunizado el 70% de la población?

Todo va a depender del aporte de vacunas. En mi opinión, las comunidades autónomas están preparadas para administrar todas las dosis que se les suministre y doy por hecho que el Gobierno central intenta también presionar para que lleguen a España cuantas más vacunas sean posibles. En esta lucha estamos todos juntos.

Va a ser muy positivo que se vayan aprobando nuevas vacunas (ya se ha hecho lo propio con la vacuna de Janssen por parte de la FDA y se esperan otras), de forma que, a la par que se van administrando las que nos suministren, se vayan incorporando nuevas al mercado. Es un reto vacunar al 70 por ciento de la población española para el verano. Deseo que sea así, pero insisto en que el factor limitante va a ser el aporte que tengamos. Si llegan, se administrarán seguro en tiempo real. 

"No podemos permitirnos nuevas olas de contagios"



¿Hasta cuándo tendremos que llevar mascarillas?

En este fenómeno van a concurrir diferentes hechos: cuál sea el grado de inmunización de la población según pasen los meses, cuál sea la protección que ofrezcan las vacunas a las variantes que vayan surgiendo y cuál sea la morbilidad y mortalidad que éstas generen y, por último, cuánto le dure en el imaginario a esta generación la impresión que ha generado esta pandemia.

Hasta hace poco mirábamos extrañados los reportajes de Extremo Oriente en que la gente iba por la calle con mascarilla de forma habitual…no creo que vaya a pasar lo mismo en Occidente, pero desde luego nos queda por lo menos un año más de mascarillas.

¿Qué restricciones se deberían aplicar en Semana Santa para evitar una cuarta ola?

La movilidad redunda en encuentros y los encuentros con los no convivientes son el nicho en que se transmite el virus. A mayor movilidad, mayor posibilidad de brotes. No nos podemos permitir nuevas olas de la magnitud de la que tuvimos pasadas las Navidades. No solo eso, sino que si se genera una cuarta ola tras la Semana Santa, probablemente dejemos el verano hipotecado a efectos de imagen exterior.

La Semana Santa está a un mes vista, dicho de otro modo, tendremos vacunados con dos dosis a los individuos que comiencen su vacunación a principios de este mes de marzo, habrá que plantearse si ese porcentaje, aún pequeño, es suficiente para no establecer restricciones. Intervendrán también en esa decisión cuánta población haya recibido al menos una dosis de vacuna (y volvemos al problema del suministro), cuál sea la curva de contagios en ese momento, hacia qué colectivos evolucione la virulencia del SARS-CoV-2, etc…no hay respuesta simples para virus complejos.

¿Qué medidas considera que fueron más acertadas ante la primera ola ante el Covid-19?

Sin duda las medidas de restricción de las movilidad, dolorosas pero necesarias. Éramos una sociedad completamente expuesta al nuevo virus, sin medicaciones probadas para combatirlo, sin vacunas, sin evidencia de cuál era el mecanismo de transmisión fundamental...

¿Cuáles fueron los mayores errores ante la primera ola, visto con perspectiva?

Es fácil juzgar de forma retrospectiva, pero sin duda debimos haber restringido la movilidad y los encuentros antes y habernos provisto de equipos de protección para nuestros sanitarios. Con ánimo de mejorar sería fundamental evaluar en qué se acertó y en qué fallamos, en ese sentido se han manifestado de forma repetida diferentes sociedades científicas y sanitarios. Nuestra ventana de oportunidad se acabó cuando la infección se diseminó en Italia. 

"Hasta que no haya suficiente población vacunada debería existir limitación de movilidad"



¿Qué cree que ha hecho que España se enfrente a una tercera ola como en la que estamos inmersos?

Ha habido una tercera ola global, motivada por los encuentros de las fiestas de Navidad y por la aparición de nuevas cepas, como la británica, que son más eficientes en la transmisión. No podemos volver a caer en ese error. Hasta que el porcentaje de población vacunada sea suficiente (y hablamos del famoso 70 por ciento), debería existir limitación a la movilidad y los encuentros. Si la tasa de incidencia sigue bajando y llegamos de verdad a niveles de bajo riesgo, entonces se podrá ir ganando espacio al virus e ir recobrando nuestra forma de vida. Hasta entonces nos jugamos nuestra vida y la de los demás.

¿Qué medidas se deberían tomar para frenar la pandemia en nuestro país?

Vacunar, vacunar y vacunar. Hasta entonces, incidir en el diagnóstico precoz, en la investigación en tratamientos antivirales que disminuyan la carga viral poblacional y en limitar la transmisión por los mecanismos que ya conocemos.
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