Kite, la compañía de terapia celular de Gilead Sciences, ha anunciado en la cita anual de la
American Society of Hematology (ASH) de 2022 los datos de los
análisis de seguimiento del estudio pivotal ZUMA-2 con Tecartus (brexucabtagén autoleucel) en pacientes con
linfoma de células del manto (LCM) en recaída o refractario (R/R). Los resultados han sido publicados de forma simultánea en el
Journal of Hematology and Oncology.
Por un lado, ASH ha sido el escenario donde se ha presentado la sesión de poster sobre el análisis exploratorio adicional del estudio de fase 2 ZUMA-2 con
brexucabtagén autoleucel en pacientes con linfoma de células del manto en recaída o refractario (LCM R/R), para identificar los factores asociados a la respuesta a largo plazo y el uso de brexucabtagén autoleucel a partir del seguimiento a tres años del estudio. Por otro lado, también se ha presentado un análisis comparativo entre ZUMA-2 y Scholar-2, un estudio retrospectivo de control histórico en el que se evaluó brexucabtagén autoleucel frente al tratamiento estándar (SOC) en pacientes adultos con LCM R/R.
“Estos análisis continúan respaldando las
respuestas significativas y sostenidas con brexucabtagén autoleucel ya observadas en ZUMA-2”, afirma
Frank Neumann, MD, PhD, vicepresidente senior y jefe global de Desarrollo Clínico de Kite. “Los resultados actualizados refuerzan que brexucabtagén autoleucel tiene el
potencial de lograr una remisión a largo plazo en tumores hematológicos difíciles de tratar, como es el caso del linfoma de células del manto refractario o en recaída”, añade.
Ensayo de brexucabtagén autoleucel
En un análisis exploratorio independiente del ZUMA-2 para identificar los factores asociados con la respuesta a largo plazo a brexucabtagén autoleucel en adultos con LCM R/R se realizó una comparación entre los pacientes que seguían en respuesta continuada a los 24 meses (47 por ciento; n=29; “respondedores en curso”) y los que habían recaído (48 por ciento; n=30; “respondedores en recaída”). Los pacientes habían recibido una mediana de tres terapias previas, incluyendo
ibrutinib como último tratamiento (66 por ciento de los respondedores en curso frente al 43 por ciento en recaída) y
acalabrutinib (14 por ciento de los respondedores en curso frente al 13 por ciento de los respondedores en recaída), con una mediana de tiempo desde la última terapia previa de 63 y 64,5 meses, respectivamente. Una menor proporción de los respondedores en curso, en comparación con los pacientes en recaída, recibió un tratamiento puente (21 por ciento frente al 53 por ciento) y un tratamiento previo con platino (10 por ciento frente al 40 por ciento). Proporciones similares de pacientes en cada grupo recibieron un
tratamiento previo con bendamustina (45 por ciento frente al 53 por ciento), un tratamiento previo con inhibidores del proteosoma (41 y 37 por ciento) y un trasplante autólogo de células madre (48 por ciento frente al 37 por ciento).
Al inicio, una mayor proporción de respondedores en curso tenía una puntuación ECOG de 0 en comparación con los pacientes en recaída (79 por ciento frente al 57 por ciento), y la incidencia de características de alto riesgo fue similar entre los dos grupos. Los niveles máximos de células CAR-T fueron, aproximadamente, el doble en los pacientes respondedores en curso frente a los que recayeron (mediana de 102,4 células/µl [rango, 0,3-2241,6] frente a la mediana de 59,9 células/µl [rango, 1,6-2589,5]).
“Casi la mitad de los pacientes del estudio ZUMA-2 siguen en respuesta continua después de una mediana de tres años, lo que
refuerza la durabilidad de la respuesta de brexucabtagén autoleucel en los pacientes con linfoma devcélulas del manto”, afirma
Michael Wang, investigador de ZUMA-2 y del Departamento del Linfoma y Mieloma de la División de Medicina Oncológica, MD Anderson. “Este análisis también nos ayuda a comprender
quién puede tener más probabilidades de lograr una respuesta a largo plazo, ya que los pacientes con una puntuación ECOG y una carga tumoral menor lograron una respuesta más larga”.
Comparación de la supervivencia global
Los resultados de un estudio comparativo indirecto entre tratamientos que evaluó los datos individuales de los pacientes del estudio ZUMA-2 y el estudio observacional retrospectivo Scholar-2 respaldan aún más la
eficacia a largo plazo de brexucabtagén autoleucel en adultos con LCM R/R. El estudio investigó la eficacia comparada de brexucabtagén autoleucel frente al tratamiento estándar (SOC) en pacientes con LCM R/R que habían sido
tratados previamente con terapia con inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton utilizando tres métodos estadísticos diferentes para ajustar los desequilibrios entre las poblaciones de pacientes no aleatorizados. Estos datos sugirieron una
mejor supervivencia global (SG) para los pacientes tratados con brexucabtagén autoleucel (n=68) frente a SOC (n=59), en los que la mediana de SG fue de 46,6 meses (IC del 95 por ciento: 24,9–no alcanzado) frente a 14,2 (IC del 95 por ciento 6,8- 30,9), HR 0,38 (IC 95 por ciento: 0,23–0,63; p < 0,001), ponderación de probabilidad inversa ajustada [IPW]), respectivamente.
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