Eduardo Ortega Socorro. Madrid
Poco a poco, se va conociendo el destino de los 30 directivos y altos cargos despedidos por Pfizer por malas prácticas y ruptura del ‘compliance’ en la comercialización y difusión de su fármaco Enbrel, hace dos meses.
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Beatriz Faro e Ian Read, directora general en España y presidente internacional de Pfizer.
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Según ha podido saber Redacción Médica, los despidos se están resolviendo de forma amistosa y mediante acuerdos entre empleados y compañía. Se trata de un desenlace que era previsible dado que, a pesar de que Pfizer podría haber tenido razones para hacerlos procedentes, el laboratorio ha preferido evitar complicaciones y ha negociado las indemnizaciones correspondientes.
Asimismo, el laboratorio ya está moviendo ficha para nombrar sucesores para los cargos depuestos. Ya se ha decidido que el cargo de director de Legal y Compliance, que ocupaba Vicente Morales, será para algún empleado de la compañía que será ascendido por promoción interna, mientras que para la dirección del área de Market Access se hará algún fichaje externo.
Mientras, también se está dilucidando el destino de alguno de los despedidos. Este es el caso de Juan José Francisco Polledo, otrora responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de Pfizer, que está negociando su incorporación en otra multinacional estadounidense.
Varios nombres
Sin embargo no es el único de los grandes nombres salpicados por esta polémica que en noviembre conmocionó a la industria farmacéutica española y que provocó los despidos del ya citado Vicente Morales, quien también era miembro del Consejo de Administración de Pfizer España y Sur de Europa, y Antonio Rojo, responsable de Gestión Hospitalaria a nivel nacional de Pfizer España, además de los de numerosos delegados y hasta tres gerentes de área.
Hay que recordar que el origen de esta crisis se encuentra en la denuncia por las malas prácticas comerciales antes mencionadas que puso ante la casa matriz de Pfizer Carlos Sánchez Luis, quien trabajó en el área de Enfermedades Inflamatorias de la multinacional americana y que no tenía buena relación con sus compañeros de departamento, ni con los del resto de la compañía. Posteriormente, fue trasladado a la filial en Francia, de donde fue despedido, para luego fichar por AstraZeneca en septiembre de este año, donde es nuevo director de la Unidad de Respiratorio, Inflamatorio y Autoinmune.
Asimismo, los despidos fueron directamente administrados por la cúpula de la compañía, que se desplazó a Madrid con Ian Read, su presidente, al frente de la misma, y todo ello en un momento muy delicado para Pfizer, en el que se estaba cerrando la fusión con Allergan.
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