Novartis ha presentado en el XLII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER) nuevos datos de los ensayos clínicos de fase III MEASURE 1 y MEASURE 2 de Cosentyx (secukinumab) en espondilitis anquilosante (EA) activa.
Los resultados muestran el perfil de seguridad durante 52 semanas, demostrando su tolerabilidad, baja incidencia de acontecimientos adversos, abandono e inmunogeneicidad; además de su eficacia a un año al mejorar los signos y síntomas de la EA, lo que repercute positivamente en la función física y calidad de vida; y su eficacia en pacientes que no han recibido tratamiento previo con anti-TNF y en aquellos con respuesta inadecuada o intolerancia previa a estos fármacos.
Cosentyx, un anticuerpo monoclonal completamente humano, es el primer y único inhibidor de la IL-17A aprobado en España para el tratamiento en pacientes adultos con artritis psoriásica (APs) o espondilitis anquilosante (EA), dos de las espondiloartritis (EspA) más comunes, con una prevalencia estimada del 0,3-1,9 por ciento, y que tienen un gran impacto en los pacientes y en el sistema socio-sanitario. En Europa, la prevalencia de la EA se sitúa en torno a un 0,3 o 1,8 por ciento, lo que equivaldría a la presencia de al menos medio millón de pacientes con espondiloartritis en España. Para ellas y para las 70.000 con AP, secukinumab supone una alternativa terapéutica al tratamiento con anti-TNF habitual de los últimos 15 años.
Biológicos anti-IL17, principal novedad en reumatología
Ricardo Blanco, reumatólogo adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), señala que “desde el punto de vista de las EspA, el desarrollo de los fármacos biológicos anti-IL17 es la principal novedad que se ha producido en reumatología en el último año abordada en el Congreso de la SER, con la aprobación de secukinumab para EA y APs tanto por la FDA como por la EMA, entre otros”.
En este sentido, Jordi Gratacós, el reumatólogo adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Parc Taulì (Barcelona), aclara que “a diferencia de las terapias biológicas que existían hasta ahora y que estaban destinadas a bloquear el TNF, secukinumab está dirigido a la IL-17A, una nueva diana terapéutica y, por tanto, una alternativa a la terapia biológica clásica”. Esto, en su opinión, es de gran relevancia porque “abre nuevas posibilidades para los pacientes que tienen contraindicaciones a los anti-inhibidores del TNF o para los que no responden a este tratamiento”.
El desarrollo de la terapia anti-IL17, según Gratacós, “han llevado a conocer mejor un nuevo mecanismo de inflamación directamente implicado en la fisiopatología de las espondiloartritis”. En este punto, con “fármacos cada vez más eficaces, capaces de conseguir la remisión en una proporción importante de enfermos” Blanco asevera que ahora “probablemente, el principal reto sea avanzar no ya en la remisión, sino en la curación”.
La importancia del ejercicio
Combinar la terapia farmacológica con unos hábitos de vida saludables es fundamental. Según José Luis Pablos, jefe de Servicio de Reumatología del Hospital 12 de Octubre, “antes de la llegada de fármacos eficaces, el ejercicio representaba el elemento más importante del tratamiento para evitar las limitaciones, deformidades y la discapacidad y ahora sigue siendo un pilar importante por su efecto sobre la comorbilidad metabólica y cardiovascular y, probablemente, sobre la propia inflamación”. Aparte, es importante evitar los factores de riesgo, “como las alteraciones metabólicas, la obesidad, y el tabaquismo porque son claramente negativos”.
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