Los inhaladores en polvo seco mejoran la adherencia de los pacientes

Los inhaladores de polvo seco no sólo son más respetuosos con el medio ambiente, sino que, además, favorecen que las personas que padecen asma tengan una mayor adherencia a su tratamiento basado en corticoides inhalados. Así lo revela en un estudio elaborado por investigadores estadounidenses y publicado en la Primary Care Respiratory Journal, en el que se concluye que el 60 por ciento de los pacientes que tiene mayor adherencia a su terapia contra el asma usa esta clase de dispositivos.

El análisis se centró en 270 pacientes con asma que presentaban altos factores de riesgo de escasa adherencia a su terapia con corticoides inhalados, que es la opción más común para tratar esta enfermedad crónica. Sin embargo, los expertos advierten de que una técnica de inhalación inadecuada y la mala adherencia son barreras frecuentes que impiden que los resultados sean positivos a la larga.

En general, el análisis reveló que a menudo la técnica de inhalación de esta clase de usuarios no es la adecuada y que, aunque el tipo de dispositivo no está asociado con esa circunstancia concreta, sí que las tasas de adherencia son más altas entre los pacientes que utilizan un inhalador de polvo seco. En concreto, de los 270 participantes, 163 -es decir, el 60 por ciento- usaban un inhalador de polvo seco para tomar corticoides, mientras que 107 -el 40 por ciento- tenían un inhalador presurizado. En cualquier caso, los expertos llaman la atención sobre la necesidad de abordar en profundidad la materia con más estudios científicos.

Cabe recordar que los inhaladores de polvo seco reducen la huella de carbono frente al mayor impacto medioambiental de los inhaladores presurizados, cuyo uso se traduce en la emisión de 400.000 toneladas de CO2 al año en España.

Claves para la eficacia de los inhaladores de polvo seco

Los científicos identificaron varios factores que determinan la mayor o menor eficacia de los corticoides inhalados, el primero de los cuales es la facilidad de uso del dispositivo, en el sentido lo cual también influye que la técnica sea la adecuada para que el fármaco llegue bien a los pulmones.

Los estudios previos que se habían hecho al respecto arrojaron resultados dispares. Mientras que en unos no se observan diferencias en la adherencia a la terapia según el modo en el que se usa el inhalador, en otros se indica que la técnica de las personas que usan inhaladores presurizados es peor.

El segundo de los factores es el tipo de medicamento contenido en el dispositivo inhalador. La mayoría de las personas que, cuando se hizo el estudio, usaba un inhalador de polvo seco, tomaba una combinación de corticoides inhalados más un agonista beta2 adrenérgico (LABA). Por el contrario, los inhaladores presurizados sólo contenían corticoides. Los expertos resaltan que el efecto broncodilatador de los LABA puede dar al usuario la sensación de que el medicamento es más eficaz y, por ende, favorecer la adherencia. En cualquier caso, se subraya que “es probable” que la mayoría de pacientes que usaba un inhalador de polvo seco tenía una enfermedad grave, lo cual también podría influir en la ‘fidelidad’ a la terapia.

Mejor autogestión del tratamiento del asma

En definitiva, los expertos resaltan de su análisis que, aunque los inhaladores de polvo seco no se asocian con una mejor técnica de inhalación, la adherencia al tratamiento con corticoides es mayor entre los pacientes que hacen uso de estos dispositivos. “Los estudios futuros deberían evaluar prospectivamente si esta asociación puede traducirse en una mejor autogestión entre los pacientes con asma persistente”, concretan.

Más allá de eso, señalan que los profesionales médicos han de considerar el tipo de dispositivo con el que se administran los corticoides inhalados como uno de los factores potenciales que pueden determinar la adherencia al tratamiento.