La compañía de hemoderivados catalana Grifols ha revelado sus resultados financieros de la primera mitad de 2016, y al menos en Europa no son positivas. De hecho, sus ingresos han caído un 5,7 por ciento en el viejo continente, justo unos meses después de mudar su tesorería a Irlanda por motivos fiscales.
Concretamente, la multinacional ingresó unos 323,1 millones de euros, pero no ha sido esta la única cifra negativa que ha registrado en el primer semestre del año. Los ingresos de todas sus divisiones, excepto bioscience, han caído. Los de la de diagnósticos se han reducido un 7,9 por ciento, los de la de hospital un 5 por ciento y los de ‘Raw Material’ y otros se desploman un 41,9 por ciento.
Con todo, Grifols ha registrado un beneficio neto de 264,4 millones de euros en la primera mitad del año, un 1,1 por ciento más gracias al efecto positivo de determinadas inversiones financieras de la compañía, si bien continúa impactado por un mayor gasto en amortización y una mayor tasa impositiva efectiva.
De hecho, esto es también parte de lo que ha generado que la cifra de negocio de la compañía haya crecido un 2,7 por ciento entre enero y junio, hasta los 1.951,6 millones de euros.
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