La farmacéutica Bristol Myers Squibb acabó 2016 por todo lo alto. La compañía ha anunciado que durante el citado año ganó más de 18.168 millones de euros, un 17 por ciento más que en 2015.
En este incremento han tenido mucho que ver productos como nivolumab, cuyas ventas han crecido por encima del cien por cien, según los datos de BMS. También han ascendido los ingresos por dasatinib, apixaban y abatacept.
Gracias a ellas se alcanzaron unos beneficios brutos de 13.554 millones, 1.712 millones más que en 2015.
"BMS ha logrado unos resultados financieros excepcionales en 2016 impulsados por el fuerte desempeño comercial en toda nuestra cartera", ha indicado Giovanni Caforio, CEO de la compañía. "En 2017 vamos a seguir avanzando en esta dirección, con una sólida ejecución comercial a través de nuestros negocios actuales y nuestra amplia cartera de medicamentos en inmuno-oncología”.
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