Redacción. Madrid
La compañía americana Lilly continúa en su particular descenso a los infiernos perdiendo durante el primer trimestre del presente ciclo más de 183 millones de euros de beneficios, mientras el laboratorio alemán Boehringer Ingelheim ratifica los malos augurios que ya había sobre su evolución en 2014, periodo que ha cerrado con un descenso de las ganancias de casi el 21 por ciento.
Javier Ellena, de Lilly, y Thorsten Poehl, de Boehringer.
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De esta manera, el beneficio neto de Lilly o supuso unos 490,77 millones de euros, un 0,82 por ciento menos que los 674,6 millones de euros que ganó en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Con todo, el presidente y consejero delegado de Eli Lilly, John C. Lechleiter, asegura que aunque sus ingresos en el primer trimestre reflejan el impacto "de los vientos en contra" de los cambios de divisas y los efectos persistentes de la expiración de las patentes de Cymbalta y Evista en Estados Unidos, la compañía "sigue en el buen camino para volver al crecimiento en 2015 impulsada por los excelentes progresos en su estrategia basada en la innovación".
Por otro lado, Boehringer ha presentado sus cuentas de 2014, que arrojan multiples datos negativos. En total, la compañía alemana vio reducir sus beneficios en unos 277 millones de euros, y todo ello provocado, entre otras causas, por una reducción de las ventas del 5 por ciento.
Esta caída ha sido especialmente profunda en los ingresos por medicamentos de prescripción, debido al bajón sufrido por las ventas de los principales blockbusters de la compañía, como Spiriba o Pradaxa.