Marcos Domínguez. Madrid
El alto precio de los medicamentos es el principal peligro de la falta de competencia en el sector farmacéutico. Un 69 por ciento de los españoles así lo cree, según revela el último Eurobarómetro sobre la percepción de la competencia en diferentes sectores económicos.
Sin embargo, este porcentaje está ligeramente por debajo de la media continental, y es que el 73 por ciento de los ciudadanos de la Unión Europea creen que la escasa competencia en este sector afecta al precio de los productos farmacéuticos.
De hecho, los españoles están entre los europeos que menos problemática ven la falta de competidores en esta industria, el tercer sector más ‘temido’ entre los habitantes de la UE: un 21 por ciento de los encuestados así lo cree, solo por detrás de la energía (28 por ciento) y los servicios de transporte (23 por ciento).
En cambio, en España solo el 13 por ciento de los ciudadanos ve peligros por escasez de competencia en el sector del medicamento. Esta ‘confianza’ en la industria farmacéutica solo sería mayor en Rumanía (donde un 11 por ciento percibiría estos problemas), Portugal y Reino Unido (ambas con un 12 por ciento de habitantes preocupados).
Energía y telecomunicaciones, principales preocupaciones
Para el ciudadano español son los sectores de la energía (33 por ciento) y las telecomunicaciones e internet (28 por ciento) donde más problemas se perciben, seguidos por el transporte (16 por ciento). La industria farmacéutica estaría en cuarto lugar, por encima de la distribución de alimentos y los servicios financieros.
Los altos precios no son el único peligro de la falta de competencia. Les sigue la dificultad que tiene el consumidor a la hora de comparar precios: un 65 por ciento de europeos y la mitad de los encuestados españoles así lo considera. Sin embargo, el tercer problema más frecuente desde nuestro país es la dificultad de cambiar de suministradores, (un 47 por ciento así lo ve), que ocupa el sexto lugar en la Unión Europea. La escasez de diferencias en los precios en productos similares y la calidad de estos son problemas menores para el ciudadano español.