Aunque es evidente que la situación epidemiológica del
Covid-19 ha mejorado, los expertos siguen apelando a la
investigación para desarrollar nuevas terapias contra el
SARS-CoV-2. "A pesar de las buenas noticias, la pandemia no ha terminado. Sigue aquí, y hay que seguir investigando en nuevas variantes y tratamientos", ha señalado
Manuel Cotarelo, director médico de Enfermedades Infecciosas en
MSD España.
En un encuentro para medios celebrado este martes, el experto ha destacado que, además de vacunas, también urge la producción de nuevos
antivirales que hagan frente a la pandemia. No obstante, ha reconocido que desde que estallase esta crisis sanitaria se ha avanzado notablemente en este sentido. Algo con lo que ha coincidido también
Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal y Catedrático del Departamento de Medicina de la Universidad de Alcalá, quien ha destacado que, actualmente, ya hay disponibles
tratamientos covid para todas las fases de la enfermedad.
Es por esta razón que el especialista ha mostrado su "alivio" por contar con distintas opciones para el
manejo clínico de los pacientes de alto riesgo, como sotrovimab, nirmatrelvir/ritonavir, remdesivir y molnupiravir: "Es una situación nada comparable a los meses previos", ha indicado.
Imunización de la vacunas contra el Covid-19
El Covid-19 ha sido, durante más de dos años, la enfermedad más popular y la que más avances ha tenido en este tiempo. No obstante, su evolución ha cambiado y, ahora, se aborda de una forma diferente a la que se hizo al principio. De hecho, la
vacunación y la aparición de
nuevas variantes han sido los principales factores que han incidido en esta transformación y, en consecuencia, a las que más atención hay que prestarles.
"Vivimos temerosos de los cambios de las variantes", ha indicado Moreno en este punto, donde ha defendido que las
muertes y hospitalizaciones por coronavirus son "patrimonio casi exclusivo" de los no vacunados. Pero ha confesado -como ya han demostrado numerosos estudios previos- que la inmunización que ofrecen las
vacunas contra el Covid-19 disminuye a partir de los seis meses y, por tanto, los contagios aumentan después de este tiempo.
Así, ha recordado que hay dos características fundamentales que determinan el ingreso hospitalario de un infectado por covid, a pesar de haber recibido todas las inyecciones: la edad y las comorbilidades previas. Por ello, ha defendido que le parece "sensato" que las personas mayores e inmunodeprimidas reciban una
cuarta dosis. Una opción que, sin embargo, no hace extensible al resto de la población. "Tenemos que esperar estos meses y llegar a otoño para saber si nos vacunamos todos y si hay que repetirlo cada año", ha puntualizado.
Con todo, ha remarcado que la
protección "ideal" frente al coronavirus es la inmunidad híbrida, es decir, la infección natural y la vacuna. Aunque se desconoce, por el momento, en qué orden.
Preguntado sobre el
estado físico y mental de los sanitarios, Moreno ha afirmado que, desde que se han reducido los contagios, "todos” han notado una mejoría pero ha detallado que cada pico epidemiológico ha afectado a estos profesionales: "Cada nueva oleada ha debilitado las barreras psicológicas. Pero se puede decir que, desde que se han reducido los contagios, todos hemos notado el alivio. Ahora es mucho mejor".
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