La farmacéutica Eli Lilly ha anunciado que recortará en un 8 por ciento su plantilla laboral con el objetivo de reducir costes, una medida que significará suprimir unos 3.500 puestos de trabajo.
Con esta estrategia, la compañia espera ahorrar unos 430 millones de euros (unos 500 millones de dólares) al año a partir de 2018. La iniciativa forma parte de un plan para la mejora de la productividad que incluye racionalizar la estructura de costes y sus operaciones.
La multinacional estadounidense prevé que la mayor parte del recorte provenga de un programa de jubilación anticipada voluntaria que ofrece en Estados Unidos. Además, también está cerrando una planta en Iowa y oficinas de investigación y desarrollo en Nueva Jersey y China.
Planes para Elanco
Lilly también planea mejorar su situación financiera desprendiéndose de Elanco, su división veterinaria, una idea que ha anunciado en los últimos días. Hay que recordar que hace tres años que la compañía adquirió la división de veterianaria de Novartis, por unos 4.591 millones de euros, y que solo hace unos meses compró la filial de vacunas para animales de Boehringer Ingelheim.
Con esta iniciativa, la farmacéutica quiere centrarse en el medicamento de receta.
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