Las
enfermedades raras siguen siendo un gran desafío pendiente. Desde Europa quieren fomentar su investigación y, por ello, lanzaron un cuarto proyecto importante de interés común europeo (Ipcei) para apoyar la innovación y el primer despliegue industrial de productos sanitarios, además de
procesos innovadores de producción en el sector farmacéutico. Concretamente,
España participa en él mismo a través de una única empresa que está presente hasta en tres ramas de las cuatro que tiene el Ipcei.
Concretamente, se trata de la compañía Sylentis, que pertenece a Pharmamar, y que se dedica a
desarrollar terapias innovadoras a partir de tecnologías de silenciamiento génico o RNAi, con RNA de interferencia. Los ejes en los que trabajan son: mejores modelos para identificar y probar terapias;
sustancias farmacéuticas innovadoras y vacunas; y procesos productivos innovadores hacia la sostenibilidad en la cadena de valor de la salud. El único donde no está incluido es en el brazo de
recolección y estudio de recursos biológicos.
"Este proyecto,
llamado Ipcei Med4Cure, contribuye sobre todo a los objetivos de la
Unión Europea de la Salud al aportar innovaciones contra enfermedades para las que no existen medidas de prevención o tratamiento; al igual que para aumentar la preparación de la UE frente a las
amenazas emergentes para la salud", detallan desde la Comisión.
En él participan otros cinco estados miembros además de España:
Bélgica, Eslovaquia, Francia, Hungría e Italia. Según detallan desde la CE, forman parte de él trece empresas con actividades en uno o más países, incluidas nueve pequeñas y medianas empresas (pymes), participarán en
catorce proyectos innovadores.
Primeros resultados en 2025
Hasta 2025 parece que no se podrán conocer los primeros resultados de esta iniciativa que aglutina
proyectos de investigación y desarrollo que abarcan todas las fases fundamentales de la
cadena de valor farmacéutica; desde la recogida y el estudio de células, tejidos y otras muestras hasta tecnologías de producción sostenible de terapias revolucionarias, incluidos tratamientos personalizados, y aplicación de
tecnologías digitales avanzadas.
"El proyecto tiene por objeto acelerar el progreso médico y fomentar la
resiliencia de la industria sanitaria de la UE mediante la mejora del descubrimiento de medicamentos, especialmente para necesidades médicas no satisfechas, como las
enfermedades raras, y el desarrollo de
procesos de producción de productos farmacéuticos innovadores y sostenibles", afirman desde la Comisión. "Estos avances mejorarán la calidad de la asistencia sanitaria y aumentarán la preparación de la UE frente a las
amenazas emergentes para la salud, a la vez que contribuirán a la transición ecológica", añaden.
No obstante, se trata de un proyecto a largo plazo
cuya finalización se prevé para 2036, con plazos variables en función de los distintos proyectos y de las empresas participantes. Según los estados miembros participantes, se prevé que se creen alrededor de
seis mil puestos de trabajo directos e indirectos. En definitiva, se muestran muy positivos porque con ellos se desarrollarán tecnologías que van más allá de lo que ofrece actualmente el mercado y permitirán mejoras importantes, especialmente en los ámbitos de las
soluciones de diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades raras, la resistencia a los antimicrobianos y los cánceres.
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