Europa se trae entre manos su reforma legislativa farmacéutica, una cuestión muy demandada que avanza lentamente, debido a los múltiples pasos que ha de seguir. Fuentes cercanas al
Parlamento Europeo explican que este organismo no tiene mandado negociador aún y que hasta julio no se constituirá un nuevo Parlamento debido a las
elecciones que se celebrarán próximamente.
El trabajo para la
reforma farmacéutica Europea se remonta a muchos meses atrás. En abril de 2023, tras posponerlo en varias ocasiones, la
Comisión Europea (CE) presenta su propuesta. Noviembre también ha sido otra de las fechas clave, pues ponía fin a la recepción de enmiendas por parte de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (
ENVI), que es la encargada de esta cuestión, dentro del
Parlamento Europeo. Tal y como han especificado,
se enviaron más de mil correcciones y esto conlleva tiempo para poder tenerlas todas disponibles.
A pesar de estos avances, estas fuentes explican que todavía se está en fase de enmiendas en la comisión parlamentaria, es decir, que desde este organismo aún no se tiene un
mandato negociador. "Hay que tener en cuenta que el último pleno de la legislatura es en abril y hasta julio no se constituye el nuevo Parlamento (las próximas elecciones serán el 9 de junio). Una vez configurada la nueva cámara, habría que ver su configuración, a quiénes le encargan el dossier, etcétera", explican.
Fuentes del
Parlamento Europeo pusieron en
Redacción Médica una posible "opción optimista" de una fecha para su votación: 7 de marzo. Sea como fuere, no llegaría para la ratificación en el pleno hasta abril, en alguna de las últimas reuniones previas a las elecciones. "Por tanto, será un tema para que las negociaciones de trílogos (
Parlamento-Consejo-Comisión) no se reanudará hasta que se elijan estos nuevos organismos", detallaron a este medio recientemente.
Los objetivos de la reforma farmacéutica europea
Europea se ha marcado seis objetivos para su gran reforma farmacéutica. El primero es crear un
mercado único para garantizar de esta manera que los pacientes europeos tengan un acceso "oportuno y equitativo". Continúa con seguir ofreciendo un
marco que sea atractivo y favorable para la innovación y
reducir drásticamente la carga administrativa para acelerar los procesos.
Los otros tres objetivos son mejorar la disponibilidad y garantizar que los fármacos siempre puedan suministrarse, abordar la
resistencia a los antimicrobianos y hacer que los fármacos sean más sostenibles, medioambientalmente hablando.
Pese a que esta reforma es muy esperada, algunos de sus puntos también están siendo muy criticados. La patronal del genérico y de los biosimilares en Europea,
Medicine for Europe, ha sido uno de los últimos agentes que se ha sumado a ello. El organismo, presidido por
Elisabeth Stampa, recoge que la extensión de la exclusividad en algunos fármacos es uno de los aspectos que más le preocupan.
Como se acaba de mencionar, la reforma persigue que los medicamentos sean más asequibles y disponibles; sin embargo, desde esta agrupación apuntan que el texto propuesto amplía la protección de datos reglamentarios de los fármacos, lo que se traduce en "prolongar el monopolio, retrasar la competencia y aumentar los costes". "Las exclusividades prolongadas sobre los 15 principales medicamentos costarían entre 20.000 y 100.000 millones de euros adicionales a los sistemas sanitarios. Esto podría cubrir los salarios de cientos de miles de profesionales sanitarios en Europa", critican.
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