La técnica CART abre la puerta a moléculas más activas en cáncer

Los clínicos considera "una revolución absoluta" esta modalidad terapéutica

María Luisa Real, consejera de Sanidad de Cantabria; César Nombela, rector de la UIMP, y Jesús María Hernández Rivas, catedrático en la Universidad de Salamanca.

12 sep 2017. 16.00H
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Con la modalidad terapéutica CART no se va a acabar el cáncer, pero sí se abren nuevas puertas a tener moléculas mucho más activas para manipular el sistema inmunológico debilitado en el paciente oncológico. Con este tipo de planteamientos estamos logrando estimular y alertar al sistema inmunológico y, por lo tanto, educar a esos linfocitos de nuevo”. Así lo ha confirmado Jesús María Hernández Rivas, especialista en investigación clínica en hematología y hemoterapia en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca y catedrático en la Universidad de Salamanca, durante un encuentro organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, con la colaboración de la compañía biotecnológica Celgene.
 
Durante la jornada ‘Células CART: de la promesa a la realidad’, Hernández ha querido destacar que “se trata de una técnica totalmente novedosa y muy distinta de lo que se ha hecho hasta ahora. Es una revolución absoluta por la cual, mediante esta terapia con células del propio enfermo enseñadas y entrenadas en el laboratorio, se puedan matar las células malignas del propio paciente”.
 
Por su parte, Álvaro Urbano Ispizúa, director del Instituto Clínic de Hematología y Oncología (ICMHO) del Hospital Clínic de Barcelona, “son las células del sistema inmunológico del paciente, reeducadas genéticamente para que sean capaces de identificar y proliferar en contacto con un antígeno leucémico. La gran ventaja es que perviven en el paciente, es decir, es como un medicamento vivo que va a estar durante mucho tiempo en la sangre del propio paciente”.
 
Además, el experto ha querido destacar que “se ha comprobado que el sistema CART es muy eficaz en lo que conocemos como hemopatías malignas, es decir, en los cánceres de la sangre y, dentro de estos, en la leucemia linfoide aguda y en linfomas”. Además, Urbano ha asegurado que “los resultados clínicos son muy buenos en leucemias linfoblásticas agudas, tanto del niño como del adulto, y en los casos de linfoma”.
 
Curación cuando no queda alternativa

En palabras de Jens Hasskarl, senior nedical director clinical R&D de Celgene, ha señalado que “las células CART tienen el potencial de curar a los pacientes que se quedan sin opciones de tratamiento”.

En cuanto a la fabricación de las células CART, este experto ha destacado que “es un proceso complejo y requiere una logística optimizada. Si bien el transporte transfronterizo de células es estándar para muchos centros clínicos de trasplantes, se trata de una novedad para las compañías farmacéuticas y están aprendiendo a hacerlo a mayor escala”. Sin embargo, debido a la complejidad de esta terapia, los centros clínicos están ahora estableciendo equipos especializados de CART para optimizar la atención al paciente, “lo que lleva a un cambio de los equipos de indicación unidisciplinar a equipos interdisciplinares en todos los departamentos”, añade.
 
Por último, Hasskarl ha señalado que la reciente aprobación de Kymria por la FDA es una señal emocionante de que estas terapias se pueden desarrollar a nivel mundial.
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