La compañía de hemoderivados
Grifols ha
presumido de resultados de 2017, asegurando que ha ganado unos
661,3 millones de euros, un 21,4 por ciento más que en el periodo anterior. Sin embargo, esto solo ha sido posible por la
reforma fiscal que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aplicara el año pasado y por la que se redujo del 35 al 21 por ciento el tipo aplicable al impuesto sobre sociedades.
Esta medida permitió a Grifols
recuperar unos
171,6 millones para su resultado neto. Sin ellos, el
laboratorio catalán habría obtenido unas ganancias de 588 millones, según indica a este medio la compañía, una cifra sustancialmente inferior a la finalmente alcanzada. Los inversores han hecho esta misma lectura, reflejando su desconfianza en la compañía en Bolsa. De hecho,
las acciones de Grifols, a cierre de esta información, han caído un 5,77 por ciento.
La
deuda financiera neta se situó en 5.170,4 millones a diciembre de 2017, incluyendo 886,5 millones en caja, y la compañía dispone de líneas de financiación no dispuestas por importe aproximado de 400 millones que elevan su posición de liquidez a 1.250 millones.
La
caja operativa neta se ha incrementado un 43,3 por ciento y se ha situado en 1.039,3 millones de euros en 2017, frente a los 725,1 millones del año anterior.
Cifra de negocio
A pesar de ello, la cifra de negocio se situó en
4.318 millones de euros, lo que representa un incremento del 6,6 por ciento, mientras que el resultado de explotación creció un 6,5 por ciento en el último año, alcanzando los 1.003,3 millones.
Los
ingresos de la división Bioscience alcanzaron 3.429,8 millones, un incremento del 7,3 por ciento. La facturación de Diagnóstico llegó a los 732,4 millones, un 5,9 por ciento más.
La de
Hospital obtuvo 105,6 millones de facturación con un aumento del 3,3 por ciento, mientras que las ventas de la división Bio Supplies se situaron en 66,8 millones de euros.
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