La industria farmacéutica vive una extraña montaña rusa con escasa explicación lógica. A pesar de que en marzo la producción de medicamentos vivió un ascenso con escasos precedentes del 29 por ciento, en abril la fabricación de estos productos sufrió un serio varapalo, cayendo un 20,3 por ciento respecto al mismo periodo de 2016, el doble que el conjunto del sector productivo español.
De hecho, el sector farmacéutico sufrió, al mismo tiempo, la segunda mayor disminución de la producción mensual (-14,1 por ciento) de toda la industria española, solo superado por la extracción de antracita, hulla y lignito (-17,7 por ciento).
Se trata de la mayor caída de los últimos cinco años. Hay que bucear en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta diciembre de 2012 para encontrar una reducción de la producción de medicamentos superior, cuando este indicador se redujo un 22,5 por ciento. Hay que recordar que fue durante este año cuando se puso en marcha el RDL 16/2012 que provocó las mayores reducciones del gasto farmacéutico que se recuerdan, que a su vez provocaron dramáticos desplomes del mercado de medicamentos español.
Fuentes de la industria consultadas por este medio reconocen desconocer el origen de esta caída, igual que ignoran la causa del vertiginoso ascenso de marzo. Sin embargo, aseguran que la producción tiene escaso efecto sobre la facturación final de las compañías (que el INE mide mediante la cifra de negocio de los sectores).
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