La industria farmacéutica reclama el
reconocimiento de la innovación incremental, clave en el mantenimiento y adaptación de medicamentos esenciales como en la personalización de la Medicina, y lo hace a través del establecimiento de
"incentivos adecuados". Tal y como se expone en el informe ‘La innovación incremental del medicamento. Generando valor para el paciente y el Sistema Nacional de Salud’, que ha realizado la consultora Axentiva, a petición de Farmaindustria, cerca del
40 por ciento de los fármacos que han llegado al mercado en la última década han surgido de la innovación incremental.
¿Qué es este tipo de innovación? Es aquella que comprende
desarrollos adicionales de medicamentos existentes, que incluyen nuevas formas de administración o formulaciones, combinaciones, modificaciones en la posología o en la cantidad de principio activo y nuevos usos de la medicación.
"A día de hoy, en numerosas ocasiones
no existe un reconocimiento adecuado de este tipo de mejoras terapéuticas por parte de los organismos decisores de la financiación, lo que puede
desincentivar su desarrollo", lamentan en dicho documento, a lo que se suma que no se conozcan los beneficios atribuidos al fármacos incremental.
En este sentido, los expertos señalan que como consecuencia de ello,
muchas innovaciones obtienen recomendaciones de reembolso negativas por parte de las agencias de evaluación de tecnología sanitaria: "Esto repercute negativamente en los
acuerdos de precios, pudiendo conseguir un reembolso limitado en comparación con productos disruptivos".
Innovación incremental en reforma de la Ley de Garantías
En España, el
Sistema de Precios de Referencia tiende a equiparar los productos que proceden de la innovación incremental, que tienen un desarrollo clínico, con fármacos que solo son
nuevas ediciones de presentaciones ya aprobadas con el mismo principio activo. Esta situación hace que se desincentive tanto la incorporación del medicamento incremental al sistema sanitario, como el
interés de la industria farmacéutica en potenciar este tipo de desarrollos.
No obstante, según ha afirmado el Ministerio de Sanidad, l
a reforma de la Ley de Garantías incluirá en dicho sistema la valoración de las aportaciones que supongan un beneficio incremental en la utilización de medicamentos. Aunque todavía quedan meses para que se apruebe y desde el sector de la industria farmacéutica prefieren ser cautos y esperar al "completo desarrollo de la ley para determinar si estos aspectos
son finalmente incorporados".
Entre las ventajas que supone este tipo de innovación están las
mejoras en efectividad, tolerancia y adherencia; o el impacto sobre necesidades no cubiertas, medicina individualizada, calidad de vida y reducción de costes. "Una mayor tolerancia es frecuente que se traduzca en una mayor adherencia o efectividad que, a su vez, se puede reflejar en una
reducción de costes, gracias a la disminución del uso de recursos sanitarios derivado de un control más eficiente de la enfermedad", aseguran.
Concretamente, según sus cálculos, en nuestro país se estima que
un aumento del 10 por ciento sobre las tasas de adherencia de cuatro enfermedades de alta incidencia, supondría
ahorros de más de 500 millones de euros en costes sanitarios directos.
En definitiva, la industria pharma
apuesta por "incentivos adecuados" para aquellas innovaciones incrementales de interés para el sistema sanitario y lograr su
acceso ágil y homogéneo en las diferentes comunidades autónomas.
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