Con motivo de la celebración del
Día Mundial de la Seguridad del Paciente, Farmaindustria ha hecho hincapié en que la
innovación incremental de los medicamentos contribuye a ello, así como a la
eficiencia del sistema sanitario, puesto que "una mayor seguridad de los tratamientos se traduce en
menores riesgos y necesidad de
otros recursos sanitarios".
Esta innovación supone ya
el 40 por ciento de los nuevos medicamentos que se comercializan y comporta "importantes beneficios para los pacientes, como pueden ser
mayor rapidez de actuación, facilidad de uso y mejoras en la eficacia y en la adherencia de los tratamiento"s. Pero también a través de la innovación incremental "se pueden incorporar nuevas vías de administración de los fármacos, mejoras en la seguridad o posología, así como la combinación de dos o más principios activos que permiten
un uso más eficaz y seguro de los medicamentos".
“Disponer de medicamentos evolucionados por y para
satisfacer las necesidades de personas que viven solas, con problemas de movilidad, que toman muchos medicamentos, con múltiples enfermedades y crónicas o simplemente necesitadas de pequeñas soluciones que hagan su vida más fácil debe tener su reconocimiento. La industria farmacéutica ha querido pensar también en ellos, sumando,
gracias a la I+D, singulares evoluciones que aporten grandes beneficios a los pacientes”, afirma
Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria.
Precisamente, esta evolución de fármacos ya existentes suele responder a las necesidades y demandas de los propios pacientes y médicos. “Tales avances contribuyen también
al ahorro y la eficiencia del sistema sanitario, puesto que una mayor seguridad de los tratamientos implica un mayor control de su enfermedad por parte de los pacientes y más adherencia al tratamiento y, por tanto,
menores riesgos y necesidad de otros recursos sanitarios”, añade Esteve.
Los dispositivos de administración de medicamentos, como las plumas de autoinyección o los aparatos de inhalación, han contribuido, asimismo, a facilitar
una dosificación más exacta y fácil para el paciente, "reduciendo los errores y contribuyendo así a
la seguridad en el uso de los medicamentos".
Plenas garantías para el paciente
La seguridad del paciente empieza en
el propio proceso de investigación de los medicamentos, y está garantizada por un marco ético y legal tanto en el entorno europeo como en el nacional, con la Directiva 2001/20/CE y el RD 1090/2015, la
Declaración de Helsinki sobre investigación médica en seres humanos,
la Guía Internacional de Buena Práctica Clínica o la Iniciativa Mundial sobre la Seguridad de las Vacunas (GVSI).
Asimismo, el fomento de la participación del paciente en todo el proceso de I+D de los medicamentos también está contribuyendo de manera significativa
a elevar los estándares de seguridad. De hecho, Farmaindustria impulsaba el año pasado, en colaboración con organizaciones de pacientes y compañías farmacéuticas, una guía de recomendaciones para reforzar la participación de los pacientes en el proceso investigador, con el fin de dotarlo aún de mayor seguridad desde el conocimiento
y la transparencia a lo largo de todo el camino.
Y en la actualidad
se ultima otra guía dedicada a la participación de los
pacientes en la I+D pediátrica, que, por sus particularidades, "supondrá un importante avance" en este terreno y
un documento pionero en el ámbito europeo.
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