Cataluña fue la primera comunidad autónoma en sentar precedente al firmar su pacto de
autorregulación de la industria farmacéutica. De la mano de Farmaindustria, el Govern dio un paso adelante para controlar la
promoción de medicamentos, pero parece que no será la única. Madrid se ha interesado en conocer más sobre deste pacto y ha pedido información a la asociación nacional.
"Nosotros tenemos un
sistema de autorregulación y el hecho de que el regulador considere positivo firmar un convenio donde
se reconoce la labor del sistema de autorregulación en un ámbito, en este caso en el control de la promoción de medicamentos de prescripción en el contexto de
reuniones científico-profesionales, es importante por el reconocimiento que supone a nuestro trabajo, que llevamos haciendo desde hace más de 20 años", señala
José Zamarriego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica (USD) de Farmaindustria.
De hecho, Zamarriego subraya que este
sistema es un "aliado" y es uno de los principales pilares de colaboración con las autoridades sanitarias.
Madrid podría ser el siguiente territorio en unirse a un pacto de estas características, algo que tiene gran lógica puesto que Cataluña y
Madrid agrupan gran parte de la industria farmacéutica española y son "muy relevantes" en ese sentido. El primer paso ya lo han dado, puesto que se han interesado en el contenido y alcance del convenio catalán y ahora lo están "estudiando". Por su parte,
Farmaindustria muestra "disponibilidad total" para ver cómo podría encajar en dicha comunidad y articularlo en función a sus propias características.
Este marco de cooperación mutua, por el cual se permite el seguimiento y control de la actividad publicitaria relacionada con los medicamentos, se ha iniciado en
Cataluña con la celebración de
reuniones promocionales, congresos científicos o citas organizadas por terceros en las que participan personas facultadas para prescribir o dispensar medicamentos.
Transparencia de la autorregulación farmacéutica
En esta misma línea, esta colaboración tiene como elementos fundamentales
el rigor y la transparencia. Aunque está centrado principalmente en las reuniones científico-profesionales y promocionales que se organiza desde la industria, pero también se puede llevar a cabo
otro tipo de controles y de apoyo al regulador como en el ámbito de estudios, en el ámbito de formación. Hay que tener en cuenta que esta firma sigue la estela del 'Código de Buenas Prácticas de la industria farmacéutica'.
"En estos procesos tiene que haber transparencia, que desde la industria
se apoya a un médico en su formación no puede constituir en ningún sentido un incentivo para que ese profesional tenga una predilección hacia ese laboratorio en función de ese apoyo a la formación. Vivimos en un sistema donde el clínico decide cuál es la mejor prescripción para el paciente, así que desde la industria tenemos que
velar en que se mantenga su independencia a la hora de decidir, esa es la mejor garantía que todos necesitamos", explica el director de la USD de Farmaindustria.
España es una adelantada en esta materia. Su Código de Buenas Prácticas es
pionero a nivel internacional. Además, hace escasos meses se hizo el primer
examen de certificación de conocimiento del mismo, donde se evalúa el conocimiento de este texto y acredita que los profesionales saben los compromisos de la industria, tanto aquellos que están fuera como los que colaboran con ella. La
primera prueba fue en octubre y se presentaron 100 personas, la siguiente será en abril de este mismo año.
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