La industria farmacéutica seduce a los médicos: "No vuelvo al hospital"

La Medicina siempre se ha asociado con el trabajo asistencial en centros sanitarios. Sin embargo, hay otras opciones en las que también se puede ejercer la profesión sin alejarse del principal objetivo: mejorar la calidad de vida de los pacientes. Tres directoras médicas que trabajan desde hace años en la industria farmacéutica, Cristina Méndez, Lupe Martínez y Beatriz Pérez, visibilizan en Redacción Médica el valor que se aporta a través de este sector, aunque en ocasiones esta faceta médica sea más desconocida.

Cristina Méndez es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector farmacéutico. Actualmente, es directora médica de la Unidad de Vacunas de Pfizer y destaca que es importante conocer el papel de estos sanitarios en la industria: “Un médico sigue aportando valor al paciente a través del desarrollo de la innovación y de facilitar el acceso a dicha innovación”, afirma.

Pese a que es una opción más, son varias las disparidades en el día a día del trabajo de un médico en un centro de salud, por ejemplo, en relación con el sector farmacéutico: “La principal diferencia es que en el centro de salud tienes un día a día bastante predecible, además de que con el alto volumen de pacientes no queda mucho tiempo para la investigación y la formación. En la industria prevalece que el individuo adquiera otras habilidades; además de contar con la cantidad de opciones de participar en estudios o publicaciones. El ritmo es más cambiante y menos predecible”, explica Méndez.

Lupe Martínez, directora médica de Novartis, resume el día a día en la industria: “Es un trabajo muy variado, con mucho contacto con equipos internos; profesionales médicos o farmacéuticos... El estar en contacto con personas y poder mejorar sus vidas es muy importante y es la motivación por la que quise ser médico y sigo encontrando sentido en mi trabajo actual”. En síntesis, es cumplir el propósito de “reimaginar la Medicina”.

Lupe Martínez: "El departamento médico, y los que trabajamos en él, hemos sido clave en la industria farmacéutica"

A este dinamismo y contacto directo con las personas (también enfermos), Beatriz Pérez, directora médica de Roche, añade la posibilidad de aprendizaje y de desarrollo profesional. Toda esta combinación hace que haya “encontrado su lugar” en la parte farmacéutica. “Este es mi sitio, no quiero volverme al hospital porque creo que tengo muchísimo valor que aportar; para mí esto también es ejercer la Medicina”, detalla. Para argumentarlo, esta especialista en Hematología recuerda que trabajar en una compañía de este tipo permite llega a “muchísimos más” pacientes. “Soy médico pero con una aproximación distinta. El objetivo es el mismo”, insiste. 

Trabajar en la industria, la opción 'desconocida' de la Medicina

Ser médico en la industria farmacéutica no fue la idea principal de ninguna de las tres facultativas, sino que llegaron por ciertas circunstancias. Esta vía profesional es una opción no tan conocida; tampoco lo era para Pérez, que también es vicepresidenta de la Asociación de la Medicina de la Industria Farmacéutica Española (Amife). “Nadie me habló de esta opción durante la carrera. Hay que comunicar mucho mejor a los médicos que la única opción que se tiene no es ejercer asistencialmente, sino que hay muchas otras carreras que se pueden desarrollar”, insiste. Precisamente, esa es una de las líneas de trabajo de Amife: cómo dar mayor visibilidad a los médicos y otros perfiles científicos que trabajan dentro de esta industria.

Pese a ser una opción 'menos conocida', Martínez destaca que el departamento médico de la industria y todos los que trabajan en él han sido y son "clave" en el sector. A lo largo de los años se ha avanzado para trabajar más en conjunto con otras áreas de la compañía e incorporar con mayor peso la voz del paciente, la evolución de la información y el conocimiento, sin dejar de lado la transparencia o la ética. 

Para ejercer en este gremio no es necesario una especialidad, aunque sí que ayuda. Méndez sostiene que si no se ha trabajado en un hospital y se ha aprobado el MIR no se tiene “un concepto” de lo que es la enfermedad, la Medicina y el paciente. El bagaje previo con el que cuenta permite tener una aproximación “distinta” a los datos científicos, mayor capacidad de análisis, de decisión, por ejemplo.