La industria farmacéutica europea ha sido un actor clave durante la pandemia de Covid-19, por su protagonismo en el desarrollo de vacunas y medicamentos, y ahora se sitúa como uno de los sectores estratégicos para la recuperación económica y social de Europa. Así lo señalan los datos del último informe con los principales indicadores del sector, publicado por la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia) -a la que pertenece Farmaindustria-, donde se muestra que las compañías farmacéuticas innovadoras conforman el sector de alta tecnología con mayor valor añadido por empleado en Europa y el que más inversión realiza en I+D respecto a sus ventas.
Según el informe, en 2021 el sector invirtió 41.500 millones de euros en investigación y empleó directamente a unas 840.000 personas en toda la región, de las cuales 125.000 desarrollan su labor en los departamentos de I+D de las compañías. Además, la producción superó los 310.000 millones de euros, la cifra de exportación alcanzó los 550.000 millones y en su conjunto el sector aportó más de 175.000 millones de euros a la balanza comercial de la UE de los 27, la más alta generada con respecto a todos los sectores basados en la investigación.
El análisis también señala la evolución de estos indicadores en las dos últimas décadas. Desde 2000 hasta 2021, las compañías farmacéuticas innovadoras que forman parte de Efpia -con una crisis financiera mundial y una pandemia de por medio- lograron duplicar la producción, multiplicar por seis las exportaciones y registrar una balanza comercial muy por encima del resto de sectores de alta tecnología en Europa. “Estos datos muestran que somos una industria vital para la economía de Europa”, aseguró Nathalie Moll, directora general de Efpia, en la Conferencia Anual de la Federación celebrada la semana pasada en Bruselas. “Las compañías farmacéuticas pueden contribuir tanto a la salud como a la economía en un momento clave para el desarrollo de políticas en el continente”.
Amenaza en I+D de países emergentes
Sin embargo, a pesar de esta clara y positiva aportación, el sector se enfrenta a una serie de desafíos. “La escalada de costes y los obstáculos regulatorios están dificultando la I+D, mientras que el impacto de las medidas de austeridad fiscal introducidas en Europa desde 2010 continúan afectando a los ingresos actuales e influyendo en las decisiones clave para llevar la innovación al mercado”, dijo Moll. Al mismo tiempo, advirtió de que Europa se enfrenta a la creciente competencia de países emergentes, como Brasil, China, Corea o India, que están aumentando su inversión en investigación biomédica, lo que está contribuyendo, dijo, al traslado de las actividades económicas y de investigación fuera de Europa.
De hecho, el informe destaca que en 2021 China casi igualó a Europa como región donde se descubrieron y lanzaron nuevos medicamentos, con 18 y 19 nuevos fármacos respectivamente, muy por detrás aún de Estados Unidos, que volvió a liderar este ranking: fue el origen de 35 nuevos medicamentos sobre un total de 95 lanzados al mercado. “El equilibrio geográfico del mercado farmacéutico -y, en última instancia, la base de la I+D- es probable que se desplace gradualmente hacia las economías emergentes de rápido crecimiento”, destaca el informe.
En este marco es donde entran en juego las estrategias industriales y farmacéuticas de Europa, como la Estrategia Farmacéutica Europea que debate actualmente la Comisión Europea. “Es vital que Europa esté a la altura del desafío y desarrolle las políticas necesarias para garantizar que el sector farmacéutico europeo sea innovador y líder mundial”. Y recordó que Efpia ha presentado compromisos y propuestas concretas para mejorar el acceso a los medicamentos y, al mismo tiempo, colocar a Europa a la vanguardia del desarrollo y suministro de los medicamentos y las vacunas del futuro. “Queremos que Europa sea el lugar donde ocurra la innovación médica -afirmó Moll-; el lugar donde se lleve a cabo la producción farmacéutica y donde primero se lancen nuevos productos, para que las necesidades no cubiertas de los pacientes europeos se aborden lo más rápido posible. En el proceso, podemos trabajar para garantizar que nuestro sector siga siendo una fuente importante de empleo, inversión y comercio”, añadió
En este sentido se expresó durante la conferencia el presidente de Efpia, Hubertus von Baumbach: “Durante la mayor parte del siglo anterior, Europa fue la sala de máquinas del mundo para la innovación farmacéutica, pero, lamentablemente, ya no es así. Hace 25 años, uno de cada dos tratamientos nuevos provenía de Europa; ahora es menos de uno de cada cinco. Mientras la UE revisa su marco de política farmacéutica, ahora es el momento de iniciar el cambio de rumbo, restaurando la posición de Europa como líder en el descubrimiento, desarrollo y suministro de nuevos diagnósticos, tratamientos y vacunas”, aseguró.
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