El adelanto de las elecciones generales y la celebración de las
elecciones autonómicas en varios territorios este año han hecho que muchos planes que
implicaban a las Consejerías de Sanidad hayan quedado paralizados. Es el caso de los acuerdos de ganancias compartidas con biosimilares, un pacto en el que se cambia el uso de un fármaco original por uno de este tipo para lograr
ahorros en el Sistema Nacional de Salud (SNS) que reviertan en mejoras de calidad de la asistencia.
No obstante, desde la
Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (Biosim) han empezado a reunirse con todas las
comunidades autónomas para tratar los principales retos de estos medicamentos, entre los que está esta iniciativa. "Somos conscientes de que es un proyecto interesante, pero complejo, además se necesita la implicación de Hacienda", indica Isabel del Río, subdirectora de Biosim, para
Redacción Médica.
De hecho, están percibiendo interés entre los equipos clínicos, que
"ven con mejores ojos" esta incentivación. Concretamente, en estos pactos es fundamental la implicación de los sanitarios, que son quienes decidirán dónde son necesarios los ahorros y que serán esenciales para
promover los valores alrededor de los
biosimilares. Además, la asociación que preside Joaquín Rodrigo pone sobre la mesa los
modelos europeos que se llevan a cabo desde hace tiempo gracias a los cuales el acceso a medicamentos innovadoras ha sido más rápido.
"Es importante que las ganancias compartidas
faciliten la entrada a la innovación, para ello también hay que pensar cómo vehiculizarlo para ponerlo en práctica y esto es un proceso lento", señala Del Río. Al tiempo que se sincera y detalla que debido a que muchas consejerías están al inicio de cuatro años de legislatura, aunque les parezca interesante es
"difícil avanzar" en estos momentos.
Comunidades pioneras en las ganancias compartidas
Por ejemplo, los últimos que han visitado han sido
Baleares y la Comunidad Valenciana, pero también Murcia y Aragón tienen sobre la mesa estos proyectos. Estas comunidades podrían seguir el ejemplo de Extremadura, que fue el primer territorio en adherirse a ello para
mejorar la eficiencia de los hospitales. En España, el
uso de biosimilares permite un ahorro del 30 por ciento en el gasto sanitario y en Extremadura se estimó que con su grado de penetración y la implantación de este pacto, podría ser del doble.
La primera fase del proyecto ha consistido en
educación y formación a los profesionales del
Servicio Extremeño de Salud. en la que Biosim ha jugado un gran papel a la hora de resolver todas las dudas. "Hemos ofrecido un marco teórico de las ganancias compartidas, las
experiencias en otros países y hemos generado debate entre los profesionales del servicio extremeño", relata Isabel del Río, subdirectora de Biosim.
Por su parte, Madrid también está a punto de sacar adelante este proyecto. Antes de que fueran las elecciones autonómicas, tan solo
quedaba la firma del convenio, sin embargo, esto sigue en 'stand by', aunque Biosim ya se ha reunido con la nueva Dirección General de Gestión Económico-Financiera del
Servicio Madrileño de Salud (Sermas) para ver si lo podían reactivar. Si quisieran, podría estar
listo este mismo año o a principios del que viene.
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