Redacción. Madrid
Bristol-Myers Squibb se siente fuerte. El laboratorio farmacéutico ha registrado un incremento del 7 por ciento en su facturación durante los últimos tres meses, hasta alcanzar los 3.800 millones de euros. Una cifra que la compañía estima hubiese duplicado en el caso de que todas sus ventas internacionales se hubiesen realizado en dólares o una moneda de igual denominación. Ante el sólido crecimiento registrado para el primer semestre del ejercicio, Bristol-Myers ha anunciado que reestructurará su pronóstico de ganancias y aumentará el margen previsto para el cierre de año.
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Roberto Úrbez, director general de Bristol-Myers Squibb para España y Portugal.
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El principal motor de crecimiento económico de Bristol-Myers es la venta de fármacos contra la hepatitis C, daklinza y sunvepra. Unos productos que, por sí mismos, han registrado unos ingresos cercanos a los 438 millones de euros, lo que se traduce en unas ventas que superan en 200 millones de euros a las estimaciones realizadas. En este sentido, las necesidades del mercado han generado que la facturación proveniente de estos medicamentos se duplicara en sólo tres meses.
Otras de las estrategias que han favorecido al crecimiento económico del laboratorio son el acuerdo de fijación de precios con el gobierno francés, por medio del cual recibió unos 155 millones de euros en concepto de ventas de medicamentos no reembolsados. Una estrategia a la que, además, se suma la alta demanda de nivolumab (tratamiento contra el melanoma y cáncer de pulmón) que permitió agregar a las cuentas unos ingresos de 112 millones de euros.
La confianza en su modelo comercial hace que Bristol-Myers estime que, para el cierre del año, sus acciones se coticen entre los 1,46 y 1,55 euros por acción, cerca de un 10 por ciento más que el pronóstico original que se realizó antes de comenzar el ejercicio fiscal.
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