Con la adopción del
nuevo reglamento de productos sanitarios (MDR) en Europa, el nivel de evidencia clínica ha aumentado unos escalones y esto incluye una mayor necesidad de investigaciones clínicas previas a la comercialización para ciertos dispositivos de mayor riesgo para
verificar su seguridad y desempeño clínico. Todo ello afecta directamente también a los
medicamentos huérfanos, es decir, aquellos que están destinados al tratamiento de enfermedades raras. Por este motivo, desde la Comisión Europea (CE) han elaborado unas directrices sobre la
evaluación clínica de los productos sanitarios huérfanos.
"Estos mayores requisitos de evidencia clínica presentan un desafío para los dispositivos específicamente diseñados para
su uso en enfermedades raras, o en indicaciones específicas para
cohortes raras de pacientes con una afección que de otro modo no sería rara", aseguran desde la CE.
En este sentido, lo que ocurre con los dispositivos huérfanos es que al destinarse a un pequeño número de personas
no cuentan con una guía específica para estos dispositivos. Entonces, pueden surgir diferentes entendimientos entre los
fabricantes, los organismos notificados y los reguladores sobre los requisitos de evidencia clínica para estos dispositivos a los efectos de la certificación MDR. A ello se suma que los costes, a menudo impredecibles, pueden hacer que a los fabricantes les resulte "prohibitivo" colocar dispositivos huérfanos en el mercado de la UE, ya que los bajos volúmenes de ventas
pueden no compensar dichos costes.
Para evitar esta situación,
Europa proporciona desde esta semana criterios para determinar
cuándo debe considerarse un producto sanitario huérfano según el reglamento. Su objetivo es orientar a los fabricantes y a los organismos notificados a la hora de aplicar los requisitos de evidencia clínica del MDR y ayudar a superar algunos de los desafíos que provocan retrasos en el acceso de los pacientes a los productos sanitarios huérfanos. Las directrices incluyen la posibilidad de que los fabricantes y los organismos notificados
soliciten asesoramiento a los paneles de expertos de la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) sobre el estado del producto sanitario huérfano y los
datos clínicos necesarios para su evaluación clínica.
Directrices para ensayos clínicos de húerfanos
En este sentido, la nueva guía publicada por la CE recoge que teniendo en cuenta los desafíos que supone generar datos clínicos en la
fase previa a la comercialización, se puede conceder a los
dispositivos huérfanos el acceso al mercado con limitaciones aceptables en la cantidad y calidad de los
datos clínicos previos a la comercialización, siempre que se implementen las medidas adecuadas.
"Debe haber evidencia clínica suficiente para demostrar un
beneficio clínico esperado y que el dispositivo funciona según lo previsto con un nivel aceptable de seguridad. Para abordar y resolver cualquier limitación en la evidencia clínica previa a la comercialización lo antes posible, se debe
desarrollar un plan de seguimiento y control de la comercialización adecuado para asegurar la recopilación y generación apropiada de datos clínicos posteriores a la comercialización", indican.
De hecho, cobran más
importancia los datos no clínicos, que pueden tener un papel de apoyo para establecer cuál será el perfil aceptable de seguridad, rendimiento y beneficio-riesgo del dispositivo. Además de en la evaluación preclínica, algunos pueden ser importantes para la evaluación clínica de ciertos dispositivos. Las fuentes útiles de datos no clínicos pueden incluir:
resultados de pruebas de laboratorio y en animales; datos de modelos informáticos y pruebas de uso simulado; información con respecto al estado del arte de la tecnología; o conjuntos de datos con información recopilada previamente sobre la salud de los pacientes, entre otros.
Por otro lado, en esta guía también se especifica que ante la dificultad de realizar investigaciones clínicas de dispositivos huérfanos se debe buscar la
participación de expertos clínicos apropiados para garantizar que el estudio esté diseñado adecuadamente para reflejar las necesidades clínicas de la población objetivo.
"Además, la participación de pacientes, asociaciones de pacientes, padres o cuidadores de la población objetivo también
puede ser útil para confirmar si el estudio incluye resultados clínicos relevantes para el paciente. Al diseñar una investigación clínica para dispositivos huérfanos, se deben tener en cuenta los posibles desafíos de reclutamiento y las implicaciones del tamaño de la muestra", explican. "Se deben considerar estrategias sobre la mejor manera de
reclutar y retener a los pacientes, teniendo en cuenta la distribución geográfica y los posibles desafíos logísticos. Se deben hacer esfuerzos para colaborar con múltiples centros cuando sea apropiado y proporcionado para garantizar una participación suficiente y mejorar el potencial de generalización de los resultados", añaden.
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