Las
enfermedades neurodegenerativas son la pandemia del futuro, aupadas por el envejecimiento progresivo de la población. A nivel mundial, una de cada tres personas fallece con alzhéimer o una demencia -séptima causa de muerte en el globo terráqueo-. Solo en España, más de un millón de individuos padecen alguna patología de tipo neurológico. "El 15 por ciento de personas de más de 80 años sufre alimer", ha puntualizado el jefe del departamento de Neurología de Olympia y los hospitales universitarios Quirónsalud Madrid y Ruber Juan Bravo, Rafael Arroyo. Ante su actual irreversibilidad,
la prevención y actuación inmediata se entrevén claves para su tratamiento. Factores como la edad o el nivel educativo pueden ayudar a detectar a futuros afectados por los mencionados males sanitarias, según ha establecido un estudio liderado por Quirónsalud en colaboración con Roche Farma.
La investigación se centró en los apuntes recogidos de
más de 2.000 pacientes que acudieron a consulta en los distintos hospitales de Quirónsalud en Madrid por problema cognitivos entre 2007 y 2022. Su información sirvió para la creación de una base de datos que fue analizada con ayuda de Roche Farma. El objetivo principal era incorporar nuevos marcadores en los modelos predictivos para adelantar la detección del desarrollo de un deterioro cognitivo leve y, en el peor de los casos, del
alzhéimer. "No encontrar esta enfermedad en un paciente de forma prematura hace que perdamos la oportunidad de comenzar con el tratamiento", ha lamentado el responsable de Neurociencia de Roche Farma España, Jorge Mauriño.
Los resultados del análisis determinaron que la
inclusión de factores como la edad, la apatía, la ansiedad, los antecedentes familiares y el nivel educativo en los modelos predictivos permiten la detección precoz y la intervención prematura ante el deterioro cognitivo. "Hay que destacar que existe una tasa importante de infradiagnóstico en el caso del alzhéimer", ha destacado Arroyo. "Estos marcadores nos ayudará a saber que personas de entre 55 y 65 años tienen una mayor posibilidad de padecer esta patología y por ende asistirla", ha continuado. Desde su punto de vista, realizar actividad física, mantener una vida social activa, una buena alimentación o dormir el número adecuado de horas pueden ayudar a retrasar el inicio de la enfermedad.
Mayor nivel educativo, menor posibilidad de padecer alzhéimer
De todas las personas analizadas en el estudio, 623 se clasificaron como cognitivamente sanas, pese a tener problemas puntuales de memoria. No obstante, 644 presentaron un deterioro cognitivo leve y
966 se registraron como pacientes con alzhéimer. Una clasificación realizada tras la evaluación completa de todos los pacientes a través de métodos como el cuestionario Neuropsiquiátrico (NPI).
El análisis indicó que las personas de
mayor edad son las que más riesgo tienen de padecer alzhéimer. En concreto, la medida de edad se sitúo en los 76,8 años, mientras que en el grupo de afectados por un deterioro cognitivo leve se ubicó en los 72,1 y en el de control -sin patologías detectadas- en los 64,4.
"Estos marcadores nos ayudarán a saber que personas de entre 55 y 65 años tienen una mayor posibilidad de padecer alzhéimer", ha dicho Arroyo
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Asimismo,
el nivel educativo es importante para el diagnóstico de esta patología. Y es que el 93,9 por ciento de los individuos que habían estudiado menos de 11 años sufrían de alzhéimer. Esta cifra descendía hasta el 36 por ciento dentro de la categoría que había dedicado más de 20 años a su formación o el 23,7 por ciento en los que contaban con una vida académica de entre 16 y 20 años. "Estudiar actúa como una barrera protetora que retrasa el inicio de la enfermedad", ha revelado Arroyo.
Por otro lado, disfunciones como
la apatía, la depresión o la ansiedad pueden ser síntomas de una mayor probabilidad de desarrollar el citado mal. "Padecer cualquiera de estas y no saber por qué puede revelar un inicio de alzhéimer, por lo que hay que estar muy pendiente a este tipo de afecciones", ha remarcado el neurólogo del grupo Quirónsalud. Además, ha agregado que el historial familiar es clave para descubrir futuros afectados.
La intención de los encargados del estudio es continuar con la recolecta de datos para enriquecer la base creada. A su vez, se pretende incorporar
nuevos biomarcadores que ayuden al
diagnóstico precoz de esta clase de esta patología.
Las enfermedades neurodegenerativas requieren una gran inversión
La detección prematura de enfermedades como el alzhéimer no solo mejorará la calidad de vida de las personas al poder retrasarse su inicio, sino también la forma en la que se orquestan los recursos destinados a estas. Y es que las patologías asociadas a la pérdida de facultades cognitivas
demandan una importante cantidad de recursos económicos. "En los países occidentales el coste de estas enfermedades es comparable al del cáncer, las cardiovasculares y la diabetes juntos", ha afirmado el director general de
Roche Farma España, Patrick Wallach. Una cifra que podría incrementarse con el paso de los años, al asociarse estos males a la edad y por ende a la esperanza de vida creciente en buena parte del planeta.
Motivo por el que la farmacéutica trabaja en
distintas respuestas para su mitigación. Tanto para el alzhéimer como para el Párkinson o la esclerosis múltiple. "Investigamos los diferentes estadios de la enfermedad y desarrollamos biomarcadores. Nuestra misión es transformar el diagnóstico y tratamiento de estas patologías", ha apuntado Mauriño, quien ha añadido que laboran por obtener fármacos más eficaces contra las citadas dolencias.
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