Janssen promueve la Open Doors Experience para evitar la estigmatización del trastorno mental

Es importante abrir líneas de trabajo asistenciales que puedan evitar algunos de los impactos psicológicos negativos en los pacientes, indica Pablo Tobajas

Jueves, 11 de febrero de 2016, a las 13:26
Redacción. Inca (Palma de Mallorca)
La OMS estima que una de cada cuatro personas tendrá algún trastorno mental a lo largo de su vida. Sin embargo, Pablo Tobajas, coordinador de Hospitalización del Hospital de Inca señala que “las personas con enfermedades mentales no son especialmente bienvenidos en hospitales o en la comunidad en general”. En este sentido, un modelo de puertas abiertas de la Unidad de agudos, “conseguiría favorecer y progresar en la normalización del ingreso hospitalario del paciente con enfermedad mental”, asegura este especialista.

Carles Recasens, jefe de Servicio y Coordinador de Área Tramuntana; Patricia Gomez i Picard, consejera de Salud de Baleares; Soledad Gallardo Bonet, gerente del Hospital; Oskar Clar, coordinador Unidad Comunitaria de Rehabilitación; Pablo Tobajas, coordinador Hospitalización y Responsable del Programa y José María Playá, coordinador de la Unidad de Salud Mental.


“Muchas veces, se compara la Unidad de Psiquiatría en el hospital con una prisión, algo que suele vincularse con el acto de cierre de la puerta”, comenta Tobajas. Para acabar con esta percepción, el Hospital de Inca ha instaurado un modelo de puertas abiertas en Psiquiatría, basado en un modelo asistencial con la Unidad de Hospitalización Breve, cuyo objetivo principal es evitar el estigma que sufren los pacientes psiquiátricos que requieren un ingreso hospitalario.

“Es importante abrir líneas de trabajo asistenciales que puedan evitar algunos de los impactos psicológicos negativos en los pacientes, la desconfianza y la separación de la normalidad”, comenta Tobajas. Por ello, para evitar la estigmatización de estos pacientes y humanizar la asistencia sanitaria, Janssen ha promovido la I edición del Open Doors Experience, una reunión dirigida a los profesionales de la salud mental y a los facultativos de Psiquiatría.

Para los expertos, generar un buen clima que pueda catalizar una buena relación paciente-personal es fundamental. Según Tobajas, coordinador de la I edición de Open Doors Experience, “la asistencia de los pacientes es fundamental y hay que avanzar para disminuir su malestar y la tensión que produce el quedar internado en un espacio cerrado”.

La percepción social de la enfermedad mental está sesgada por el desconocimiento y la desinformación e influye en el aislamiento de las personas que la padecen. “La estigmatización es casi siempre inconsciente, basada en erróneas concepciones sociales, arraigadas en la percepción colectiva”.

Open Doors Experience ha servido para recordar la importancia del enfermero en la atención de los pacientes con trastorno mental, ya que “facilita un mayor control al identificar a los pacientes que requieren mayor nivel de supervisión”.

Además, Tobajas insiste en que, a la hora de tomar acciones, “se deben establecer soluciones que disminuyan el impacto de carga de trabajo sobre enfermería sin que éstas eviten el contacto estrecho y pasar tiempo con los pacientes”.

Tratamientos de larga duración

“Centrar la atención sanitaria en el ámbito comunitario del paciente consigue conectar con la realidad con la que pretendemos que este se relacione de forma competente”, describe Tobajas. “El objetivo es preparar a la persona para que viva en su entorno natural y que participe de este entorno en la misma medida que el resto de los ciudadanos, con la utilización de recursos normalizados”, añade.

En cuanto a los tratamientos disponibles, Tobajas indica que “pueden iniciarse en la unidad de agudos y que permite al clínico un abordaje farmacológico, pensando en el largo plazo que minimice tanto el riesgo de recaídas, la necesidad de monitorización así como los efectos secundarios y que a ser posible corrija la sintomatología residual una vez que el paciente está estabilizado”.

Según este especialista, “con los tratamientos de larga duración como el palmitato de paliperidona, hemos comprobado una relación coste-beneficio tanto para el paciente como para la Organización, porque disminuye el número de estancia media hospitalaria, las recaídas y por lo tanto el número de visitas a urgencias”.

Para conseguir estos logros, “debemos tener un modelo más humano, donde lo cardinal es una reivindicación sincera y moderna de la atención en igualdad al paciente con discapacidad mental, es hacia donde deben evolucionar las Unidades de Agudos”, concluye Tobajas