Las
hepatitis virales continúan siendo una importante amenaza de salud pública en el mundo y, en la actualidad, se calcula que hay 58 millones de personas co
n infección crónica por Hepatitis C. La
Organización Mundial de la Salud (OMS), y a pesar de los retrasos provocados por la pandemia del
SARS-CoV-2, mantiene para el 2030 su objetivo de eliminar esta infección por el Virus de la Hepatitis C (
VHC).
España es uno de los países de referencia internacional en la consecución de este objetivo, sin embargo, es necesario retomar los proyectos de
microeliminación para el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C y
simplificar el abordaje del paciente
buscando soluciones 'fuera del hospital’. Esta son algunas de las principales conclusiones extraídas del simposio 'Inspirados por la eliminación de las hepatitis virales' organizado por
Gilead Sciences en el marco del
6º Congreso Nacional del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (GEHEP).
En España, desde la puesta en marcha hace seis años del
Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, se han tratado a más
148.000 pacientes con una efectividad terapéutica cercana al 95 por ciento, tal y como se ha destacado durante la sesión moderada por
Luis Morano, especialista de la Unidad de Patología Infecciosa del
Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Se calcula, sin embargo, que
aún quedan más de 76.000 personas con la infección por el VHC activa, por lo que es necesario desarrollar
estrategias de microeliminación según los diferentes colectivos.
Además, se ha alertado del
impacto del Covid-19 en las consultas mensuales para el tratamientos de hepatitis C, ya que éstas se han visto
reducidas entre un 19 y un 84 por ciento en algunos casos. Por otro lado, para prevenir la transmisión del virus y, por tanto la reinfección en estas poblaciones de mayor prevalencia, Morano incide en que “debemos conseguir
diagnosticar al 100 por cien de las personas infectadas y tratar a todos los nuevos diagnósticos inmediatamente para
evitar la transmisión a otras personas”.
En este sentido, es necesario hacer un esfuerzo por desarrollar
iniciativas de búsqueda entre la población con mayor prevalencia de la infección que se encuentra fuera del hospital, com
o los usuarios de drogas, las personas sin hogar, o la población psiquiátrica, entre otros, y continuar con la búsqueda activa de pacientes diagnosticados
perdidos en el sistema.
Antivirales de acción directa
Durante el simposio también se ha puesto de manifiesto que la prescripción de
antivirales de acción directa (AAD) debe seguir siendo una prioridad ya que han demostrado
una mejora clínica de los pacientes. Además, la eficacia de este tipo de tratamientos reduce el impacto de la infección crónica por hepatitis en el
Sistema Nacional de Salud (SNS) al evitar el 82 por ciento de muertes por causa hepática y lograr una minoración del 89 por ciento de las
cirrosis descompensadas, del 77 por ciento de los
carcinomas hepatocelulares y
del 84 por ciento de los trasplantes hepáticos.
Para mejorar el acceso al cribado y la vinculación del paciente con VHC al tratamiento, las Guías recomiendan el diagnóstico en un solo paso y en el punto de atención, aprovechando las actividades de prevención y cribado de la infección por
el VHC, VHB, VIH y otras ITS o tuberculosis.
Según apunta Morano, “la utilización de
pruebas rápidas para determinar la presencia de anticuerpos del VHC en saliva o en
sangre seca, así como la carga viral en muestras de sangre seca o mediante dispositivos que permiten realizar la detección de la carga viral allí en donde el paciente acude, como las
unidades de conductas adictivas, ONGs, unidades móviles, etc.,
los denominados “point of care” consiguen simplificar todo el manejo diagnóstico y terapéutico de esta infección”.
Igualmente es importante
revisar los modelos de atención para evitar múltiples derivaciones; mejorar la coordinación y atención multiprofesional en los centros de atención a personas con drogodependencias u optimizar los sistemas de coordinación de los
servicios de salud de las comunidades autónomas e Instituciones Penitenciarias, que permitan la continuidad asistencial de los pacientes que estando en
situación de prisión provisional son puestos en libertad de forma inmediata, entre otras recomendaciones señaladas.
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