En el LXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), que se celebra del 14 al 16 de octubre en Pamplona,
BeiGene ha presentado los resultados del
estudio ASPEN, un ensayo clínico en fase III que ha comparado zanubrutinib frente a ibrutinib en pacientes con macroglobulinemia de Waldenstrom (MW), y ha celebrado el simposio “Inhibición de BTK – clave en la aproximación al manejo y tratamiento de los linfomas B indolentes”.
“En BeiGene estamos comprometidos en ayudar a transformar la
industria de la biotecnología mediante la creación de medicamentos impactantes que serán asequibles y accesibles para más pacientes con cáncer en todo el mundo. A través de nuestras colaboraciones con las diferentes instituciones e investigadores españoles estamos trabajando poner a disposición de los pacientes en España terapias innovadoras”, ha señalado
Cristina Garcia Medinilla, directora general de BeiGene en España y Portugal.
BeiGene ha establecido
acuerdos de colaboración con el mundo académico, empresas biotecnológicas y farmacéuticas en todo el mundo con el fin de ampliar el acceso al mercado de medicamentos de alta calidad e impactantes para los pacientes en todo el mundo.
Dificultades para diagnosticar la MW
La macroglobulinemia de Waldenstrom es un
linfoma poco frecuente que representa aproximadamente el 1 por ciento de todos los linfomas no Hodgkin. Se trata de una patología que progresa lentamente tras el diagnóstico, con un índice de
supervivencia global relativo de 5 años, cuyos síntomas más comunes son debilidad, pérdida de apetito, fiebre, pérdida de peso, sudoración y neuropatías.
El simposio “Inhibición de BTK – clave en la aproximación al manejo y tratamiento de los linfomas B indolentes”, que se celebrará durante el congreso de la SEHH, ha sido un foro en el que expertos han debatido sobre las
manifestaciones clínicas y diagnóstico diferencial de la MW, así como la importancia de un
tratamiento personalizado para los pacientes.
Según ha señalado
Mercedes Gironella, del Servicio de Hematología del Institut d'Oncologia Vall d'Hebron, “a pesar de los avances recientes en conocimientos biológicos y terapéuticos, la MW puede ser clínicamente difícil de diagnosticar. A menudo se diagnostica cuando el paciente acude a su médico por alguno de los síntomas, durante un análisis de sangre rutinario o mediante algunos tipos de biopsias. Por ello es fundamental comprender el diagnóstico diferencial que se debe considerar para estos pacientes”.
Aunque
no existe cura para la MW, hay algunas opciones terapéuticas que varían para cada paciente en función de su edad, salud general y estado de la enfermedad, entre ellas la quimioterapia, radioterapia, trasplante de células madre, inmunoterapia, y terapias dirigidas con inhibidores de proteosoma o inhibidores de BTK. “A medida que avanza el conocimiento de la MW y se incorporan
nuevas opciones de tratamiento al arsenal, las decisiones estarán fuertemente influenciadas por las características y comorbilidades del paciente, así como por factores relacionados con el tratamiento, como el perfil de eficacia y seguridad, y el mecanismo de acción. El objetivo es encontrar un enfoque personalizado para el manejo del paciente”, ha destacado Gironella.
Presentación de los resultados del ASPEN en la SEHH
La inhibición de la tirosina cinasa de Bruton (BTK) es una opción de tratamiento emergente en la MW. ASPEN es un estudio aleatorizado
fase III que compara zanubrutinib, un potente, selectivo inhibidor de la BTK de nueva generación, frente a ibrutinib en pacientes con MW. "Se trata del mayor estudio fase III con inhibidores de BTK realizado en pacientes con MW, así como el primer estudio comparativo directo sobre inhibidores de la BTK para cualquier enfermedad", señala la compañía en un comunicado.
”La inhibición de BTK llegó como una
terapia prometedora en MW, pero las interrupciones de tratamiento por efectos adversos todavía continúa siendo un problema”, comenta
Ramón García Sanz, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca e investigador del estudio ASPEN. “El estudio ASPEN ha demostrado que zanubrutinib facilita respuestas profundas y duraderas, con mejoras sustanciales en la seguridad y tolerancia respecto al tratamiento estándar", añade.
Los resultados del estudio ASPEN han sido la base de la reciente recomendación positiva del CHMP de zanubrutinib para el tratamiento de pacientes adultos con MW que han recibido al menos un tratamiento con anterioridad o como tratamiento de primera línea para pacientes no aptos para quimio-inmunoterapia.
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