Por iniciativa de Cantabria Labs, la dermatóloga Claudia Bernárdez (@drabernardez.derma) y la enfermera Esther Gómez (@mienfermerafavorita), dos conocidas divulgadoras de cuestiones relacionadas con la salud, han protagonizado un encuentro virtual en directo, a través de los perfiles en redes sociales de Cantabria Labs, en el que han aclarado dudas respecto a la relación entre la Covid-19 y la caída capilar.
Con el fin de esclarecer las causas de este supuesto deterioro del sistema capilar, así como sus posibles soluciones, Gómez, en el papel de entrevistadora, fue interrogando a la médica, especialista en Dermatología, tricología y trasplante capilar, comenzando por la pregunta clave:
¿Hay alguna relación entre la Covid-19 y el deterioro capilar?
Bernárdez, integrante del equipo médico de la clínica Pedro Jaén, asegura que ya disponen de estudios en los que observan que pacientes que han pasado la Covid-19 presentan una caída capilar desmesurada. Según la dermatóloga, en sus consultas siempre ven leves caídas capilares asociadas a enfermedades comunes, como la gripe, “pero la Covid-19, que es una enfermedad que muchas personas pasan sin tanta gravedad, con un poco de fiebre en casa, está produciendo unas caídas comparables a las de aquellas que han sufrido una sepsis, que es una infección generalizada”, explica.
¿También han tenido alteraciones en el pelo los que no han tenido Covid pero han sufrido las consecuencias del aislamiento en forma de ansiedad y estrés?
Según la especialista, es muy importante tener en cuenta que el pelo no se cae por culpa de la Covid: “No es una enfermedad que afecte directamente al folículo y lo ataque de una forma específica, sino que hace que tu cuerpo esté inflamado, esté enfermo, y eso es lo hace que el pelo se caiga”. Por lo tanto, también hay que tener en cuenta esas otras alteraciones producidas por las medidas para luchar contra la pandemia, como la reducción de los niveles de vitamina D asociada a la clausura y la ansiedad provocada por los múltiples efectos perniciosos que ha desencadenado la enfermedad, no solo sanitarios, sino también emocionales, económicos y sociales, que nos afectan a todos en mayor o menor medida.
“El pelo es una estructura que va a responder a lo que pase en nuestro cuerpo. Por lo tanto, cualquier situación de estrés, de comer peor, de falta de sol… van haciendo que el folículo, que es la parte que da crecimiento al cabello, se encuentre más debilitado y genere caídas”, asegura Bernárdez. Por todas estas causas, según la especialista, la caída estacional propia del otoño se está cuadruplicando este año, afectando tanto a los que han pasado la enfermedad como a los que la han sufrido indirectamente. “No sólo hay un aumento en la caída del cabello, sino un incremento en el número de personas que la sufren”, advierte.
¿Esta caída afecta a todos los que han pasado la Covid?
“No tiene por qué. Es como el efluvio después del parto: es lo más frecuente, pero no tiene por qué suceder. Eso sí, la gente no debe asustarse por ello, la caída puede aparecer hasta tres o cuatro meses después de haber pasado la enfermedad”, explica.
¿Esa caída se pude recuperar?
Estos efectos indirectos de la Covid-19 provocan los llamados ‘efluvios’ (efluvio telógeno agudo severo), que son alteraciones del ciclo del crecimiento del pelo, que produce una caída del cabello durante un período limitado en el tiempo y reversible. “Pero esa raíz funciona -explica Bernárdez-, por lo que, si la cuidamos bien, le damos los nutrientes, vitaminas y estimuladores necesarios, se puede recuperar”. Del mismo modo, tras pasar la enfermedad y dejar atrás esa inflamación, el pelo debería volver a la normalidad. “De hecho, ya estamos viendo en consulta que los pacientes que estuvieron malitos en marzo, con esas caídas del cabello tan grandes, están regenerando”, aclara.
¿Cuándo acudir al especialista?
No obstante, la tricóloga señala que la señal para preocuparse y acudir al especialista no debe ser una leve caída o disminución de densidad, sino la aparición de calvas, entendidas como zonas circunscritas sin pelo. “Hay un aumento de cuadros de alopecia areata, que es de origen inflamatorio y suele aparecer en situaciones de estrés, provocando estas plaquitas de alopecia. En estos casos, aunque no hay que preocuparse, sí hay que darle mayor importancia y tomar medidas”, explica. “También es verdad que muchos pacientes, sólo con acudir a la consulta, donde tras una exploración se explica que el pelo volverá a crecer y recibir un tratamiento de suplementación, ya se quedan más tranquilos y pueden afrontar mejor la situación”.
¿Qué se recomienda para mantener el sistema piloso y capilar en buen estado?
“Una vez descartado que la caída esté producida por otra causa, y confirmado que se trata de un efluvio, el especialista debe concentrarse en mantener en buen estado el crecimiento del folículo, con un aporte de vitaminas a través de suplementos nutricionales adaptados a la edad y necesidades de cada paciente. Nosotros usamos mucho en estos casos Iraltone Forte que otorga al folículo los nutrientes que necesita para mantenerse en buen estado”, afirma la especialista. A pesar de que estos suplementos están disponibles en las farmacias y que cualquiera puede tomarlos con la intención de mejorar su salud capilar, la doctora recomienda una valoración previa por parte de un especialista para descartar que esta alopecia esté provocada por alguna otra causa oculta que pueda mermar la eficacia del tratamiento.
¿Necesitan receta los suplementos nutricionales como Iraltone?
“No necesitan receta”, afirma Bernárdez. Especialmente en estos tiempos en los que puede ser tan complicado conseguir cita con un especialista, la especialista recomienda “ir empezando con estas vitaminas, asociadas a una dieta sana, a la práctica de deporte y al descanso”. Si luego en consulta se diagnostica otra causa para esa alopecia, además del efluvio, habrá que asociar otro tratamiento, pudiendo continuar con un aporte de vitaminas”, concluye.
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